Ser diferente no es ser trans como muchas instituciones lo están dictando. Se pueden trazar caminos propios.

Mapadres y hormonoterapia: ¿quién protege a los niños del transactivismo?

La Red Nacional de “Mapadres” (madres y padres) de niños y adolescentes identificados trans explota públicamente la relación entre acceso a tratamiento hormonal y suicidio.

La sección “Tejidos de memoria y resistencia” de esa red comparte un supuesto testimonio adolescente que señala en primera persona que “hoy no estaría aquí escribiendo estas palabras” de no haber contado con bloqueadores puberales desde los 14 años y terapia hormonal cruzada desde los 16 (las dos etapas del tratamiento hormonal).

Para mantener su poder e influencia, ciertos activistas aprovechan la ignorancia pública sobre la diferencia entre la tendencia suicida y la muerte real por suicidio. No es raro entonces que estos “Mapadres”, de aparición reciente y que pretenden ser más activistas que los propios activistas trans adultos, imiten a estos últimos: está suficientemente probado a nivel científico que el uso de hormonoterapia en menores de edad no disminuye el riesgo suicida.

El testimonio agrega que las manos de quienes buscamos alternativas en salud “se mancharán de sangre”. Ni siquiera menciona que existen opciones a la afirmación hormonal aplicadas y discutidas desde hace años por parte de las directrices médicas de punta a nivel mundial: solo indica que dejar atrás la intervención hormonal en menores de edad sería una consecuencia de los “discursos de odio”.

¿Cómo es posible que adultos manipulen y expongan de forma tan irresponsable a niños y adolescentes?

Efectos secundarios de terapias hormonales en menores: una realidad

Lo más cuestionable es que el testimonio dice que quien lo escribió no presenta efectos secundarios del tratamiento hormonal, excepto “osteoporosis”, pero que la afección ya estaría controlada. ¿Es normal tener huesos de anciano siendo adolescente? ¿Saben estos padres que la osteoporosis es degenerativa, que no es reversible y que solo es tratable? ¿Que los efectos secundarios de los tratamientos hormonales pueden ser graves y que son decenas? Entre otros, consecuencias severas en el desarrollo cognitivo y emocional, pérdida o disminución del deseo sexual, infertilidad, esterilidad, daño hepático, aparición de tumores, cáncer y riesgo cardiovascular.

Conozco decenas de personas hormonadas a diferentes edades y prácticamente todas viven con efectos secundarios. También conozco personas trans que fallecieron a causa de los tratamientos hormonales, algunas de ellas activistas sobre las cuales cierta facción LGBT aprovecha todo sobre su historia, excepto la causa de muerte. Yo mismo vivo con secuelas a raíz de la hormonización a la que me sometí siendo adulto. Y es que, a la edad que sea, estos procedimientos y sus consecuencias son siempre más o menos experimentales y desconocidos.

¿Por qué me expuse a un tratamiento de ese tipo? Por razones parecidas a las del testimonio que comento: pensaba que sería la única forma de continuar con mi vida.

¿Dónde adquirí esa idea? En el contexto del transactivismo, que es lo mismo que decir del recetario clínico.

No se trata tan solo de las terapias hormonales

En Chile contamos con un antecedente único a nivel internacional, pero que, al parecer, estos “Mapadres” ignoran. El recorrido sociocomunitario trans de nuestro país incluyó alternativas a la hormonoterapia infantojuvenil. En 2015, yo mismo estudié la literatura científica disponible y decidí no aconsejar hormonoterapia durante la etapa del desarrollo.

Han transcurrido diez años y los estudios en esa línea se multiplican. Entonces, ¿qué es lo que sucede con estas familias?

La problemática de las personas identificadas trans no atraviesa tan solo las hormonas. Lo que algunos intentamos construir hace diez años buscaba soluciones dentro del ámbito familiar. En ese sentido, el rol de la clínica, los medicamentos y los psicólogos constituye un elemento más dentro de la identificación trans, y ni siquiera el principal.

En niños, adolescentes y adultos, las actividades grupales y/o familiares, cambio de hábitos, lecturas y talleres formativos, son tanto o más relevantes al momento de elaborar los cuestionamientos.

No se trata tan solo de la hormonoterapia: los conceptos trans son regresivos, y lo que vemos actualmente es que están caducando. Los conceptos cambian, pero las personas siempre seguirán existiendo.

Riesgo de suicidio, un recurso antiético de los “Mapadres”

La exageración del riesgo de suicidio por parte de ciertos clínicos y activistas genera un efecto nocivo, aumentando el peligro en jóvenes realmente vulnerables. Asociar el riesgo suicida con la falta de acceso a hormonoterapia es un recurso antiético, ya que esta relación no existía antes de la masificación del enfoque afirmativo en Chile.

Este modelo comenzó a imponerse alrededor de 2020, impulsado por la pandemia, el encierro y el uso excesivo de redes sociales entre adolescentes y padres desinformados. Su punto más crítico se alcanzó en 2023 con la implementación del programa Crece con Orgullo en la salud pública, el cual, ignorando deliberadamente la trayectoria social local y los avances médicos internacionales, permite derivar a menores desde los 10 años para bloquear su pubertad de forma irreversible.

La responsabilidad de los padres y madres

Los padres y madres activistas que piensan estar defendiendo a sus hijos están equivocados, deben informarse adecuada y responsablemente, sin dejarse manipular ni transformarse en manipuladores de sus hijos.

¿Qué les van a responder a estos dentro de algunos años? ¿Que obedecieron un decálogo atrasado y que por eso los transformaron en pacientes crónicos?

Si niños y adolescentes se alejan de los roles sociales asociados a su sexo de nacimiento, eso no significa que sea necesario identificarse trans, y mucho menos que se irá la vida si no se accede a intervenir el cuerpo en forma tan drástica como lo es con una hormonoterapia.

Muy por el contrario: ser diferente no es ser trans como muchas instituciones lo están dictando. Se pueden trazar caminos propios.

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioChile