El 2022 fue un año poco común para la economía global, donde el bajo crecimiento y la elevada inflación fueron sus protagonistas. En el último caso, diversos bancos centrales optaron por aumentar las tasas de interés y, así, desincentivar el consumo e inversión para tratar de moderar las alzas significativas de los precios.

Por otro lado, los efectos económicos del Covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania fueron los actores globales para este panorama. El mencionado conflicto bélico provocó movimientos fuertes en diversos activos financieros —especialmente en materias primas—, por el impacto en los suministros, algo que también influyó en Chile.

En esta línea, y con miras a este 2023, las expectativas para nuestra economía siguen siendo débiles. Las recientes proyecciones del Banco Central demuestran la presión bajista que tendrá la actividad en el país, así como se vio en el Informe de Política Monetaria de diciembre, el cual proyectó una caída entre -0,75% y -1,75%; a la inflación, por su parte, la elevó levemente, pasando de 3,3% a 3,6%.

Es por eso, que para 2023 la concentración estará puesta en los datos de inflación que seguirá acompañándonos, sumado a las decisiones de tasas, que se mantendrán elevadas por un tiempo extenso, hasta que exista una señal clara de que la inflación comenzará a disminuir.

Todo esto en un contexto donde las proyecciones de una actividad económica, que sigue ralentizada y con riesgos de recesión en algunas grandes economías, pueden ser un factor clave para la toma de decisiones.

Por su parte, el valor del dólar contra el peso chileno se encuentra en un nivel clave técnicamente, dado por una directriz bajista y precios del pasado. Los últimos fundamentos han sido muy bajistas para el par de divisas, en medio de presiones locales y externas.

La mayor subasta de dólares del Ministerio de Hacienda y los datos de actividad económica que superaron las proyecciones, han generado una caída del dólar hasta mínimos no vistos desde abril del año pasado.

No obstante, podríamos ver renovados avances en el corto plazo, especialmente por las débiles expectativas que se estiman para la economía local este año, sumado a la incertidumbre que generará el proceso de la nueva Constitución.

Con todo este escenario, se proyecta una situación económica muy desafiante para la economía en nuestro país durante 2023, lo que podría provocar caídas de la moneda local y, por consiguiente, el alza del precio del dólar en Chile, aunque siempre debemos estar pendientes a los factores externos y sus implicancias.

Por Ricardo Bustamante, jefe de Estudios Trading de Capitaria.

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