Como país tenemos la oportunidad que un proyecto de ley ayude a salvar vidas. ¿Cómo? Simple. Legislando para regular el vapeo, y así disminuir la triste estadística que señala que 52 personas, chilenas y chilenos, mueren cada día como consecuencia del cigarro y el tabaco.
El vapeo es hoy en día, según diversos estudios, el mecanismo de reemplazo de riesgo reducido más efectivo en el mundo para abandonar el hábito de fumar, razón por la cual muchos fumadores están migrando.
Gran Bretaña, por ejemplo, legisló adoptándolo además como una herramienta de salud pública. El resultado no deja espacio a dudas: 2,4 millones de personas dejaron de fumar por completo. Nueva Zelanda siguió el mismo camino y disminuyó su prevalencia de un 14,5% al 9,4% en sólo cinco años. Sin embargo, en Chile aún no legislamos.
En el contexto del día mundial sin tabaco vale preguntarse qué esperamos para que veamos en los cigarros electrónicos una alternativa para que los tres millones de fumadores que existen en Chile migren hacia productos de menor riesgo. Según “Public Health England, los dispositivos electrónicos son, al menos, un 95% menos dañinos que el tabaco combustionado, siendo 57 mil veces menos cancerígenos.
La regulación, en consecuencia, es urgente, así como también lo es el cambio de enfoque. En vez de ser vistos como un enemigo de la salud pública, podrían ser catalogados como una ayuda, e incluso un aliado, que además de salvar vidas contribuirá significativamente a ahorros en el sistema de salud, cuyo gasto en tratar enfermedades asociadas de fumadores activos y exfumadores alcanza el 11% del presupuesto anual de salud.
Este fue el cambio de perspectiva de países que han avanzado, como Reino Unido, Nueva Zelanda, Francia e Italia, que incluso realizaron campañas de salud estatales promoviendo el cambio del cigarro tradicional por el vapeo de nicotina. De hecho, Reino Unido regala vaporizadores en salas de emergencias y ha abierto tiendas de vapeo al interior de hospitales públicos.
En Chile, sin embargo, mientras 18.900 chilenos mueren cada año, aún seguimos esperando. Es urgente cambiar la mirada y regular para proteger a los usuarios, además de evitar, o al menos, disminuir el daño causado por el tabaquismo en nuestra sociedad.
Ignacio Leiva Benítez, presidente de Asovape Chile.
