Recientemente se dieron a conocer dos índices que han acaparado el interés de la mayoría de los medios de comunicación. El primero, a cargo de Paz Ciudadana, reveló que la victimización durante el primer semestre de 2021 alcanzó un 31,6%. El segundo, publicado por la Cámara Nacional de Comercio, dio cuenta de que el 41,2% de los establecimientos que agrupan sufrió uno o más delitos entre enero y junio de este año.

Ambas encuestas evidencian que, más allá de la pandemia y de restricciones de movilidad como cuarentenas o toques de queda, la delincuencia no descansa y sigue siendo un tema que inquieta a muchos chilenos. Esta preocupación se refleja en un aumento de un 8% en la contratación de servicios de seguridad monitoreados, respecto de los primeros 6 meses de 2020. En nuestro caso, esta alza es aún mayor, registrando a la fecha un incremento de un 24% en relación al mismo periodo de 2020.

Gracias a constantes innovaciones tecnológicas y al perfeccionamiento del capital humano, la industria ha consolidado su rol como coayudantes de las fuerzas de seguridad, respaldados por bajos índices de intrusiones registrados durante el mismo periodo que analizan ambas encuestas. Sin embargo, si queremos ejercer un control efectivo sobre la delincuencia, necesitamos del involucramiento de la sociedad en su conjunto, implementando estrategias que apunten a la prevención e inhibición de los delitos.

Mariano Palermo
Director de Marketing de Verisure

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