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Bachelet pertenece a esa legión de chilenos notables, reconocidos en el mundo más que en su propia patria. ¡Qué apuesta más riesgosa, interesante y atrevida!
El presidente Boric acaba de presentar en la sede de Nueva York la candidatura de Michelle Bachelet a la Secretaría General de Naciones Unidas. Es verdad que esas designaciones tienen que ver con la rotación continental y existe el propósito explícito de que una mujer dirija el organismo. Michelle Bachelet dispone de todos los méritos y la trayectoria para ello.
Conviene agregar que la ONU está viviendo sus momentos históricos más difíciles. Una crisis acentuada del multilateralismo, un problema severo de financiamiento y la tendencia creciente hacia la irrelevancia caracterizan el desafío de la ONU en esta fase histórica. Michelle Bachelet se haría cargo de una “pesada tarea”, de enormes responsabilidades y de acentuadas incertidumbres.
Guerras, conflictos y la urgencia de la paz
La principal es la bélica: La invasión rusa a Ucrania y el genocidio de Gaza son las principales expresiones de guerras que han ido dejando a Naciones Unidas en la irrelevancia. El gran desafío es cómo intervenir para generar condiciones que permitan un cese al fuego y el inicio de negociaciones de altísima complejidad.
Existen incluso otros conflictos severos en el continente africano. La situación asiática es también de alta gravedad, y en América Latina se desarrollan e incuban fenómenos muy complejos, empezando por el siempre amenazante Haití.
Nada de lo anterior le es desconocido a Michelle Bachelet. Ella sabe de la solución de “los dos Estados” en el Medio Oriente y de la necesidad urgente de establecer una paz elemental en Europa. Ella conoce la durísima realidad africana, como constató en la dirección de ONU Mujeres y como Alta Comisionada por los Derechos Humanos.
Crisis climática y necesidad de liderazgo
En una vereda cercana a la guerra y a la anhelada paz, se encuentra la cuestión climática: una amenaza de primer orden para el planeta. Hoy enfrentamos la más pesimista de las Cumbres de la COP, que se celebrará en Belém en los próximos meses. Hace crisis la cooperación internacional y se imponen liderazgos negacionistas muy relevantes, como el de Trump, y otros de escasa cooperación climática, como los de China e India. Se requiere, con urgencia, un liderazgo firme y dialogante, con conocimiento y trayectoria.
Chile, país fundador de Naciones Unidas y sede del organismo continental en la CEPAL, siempre ha desempeñado roles importantes en el concierto de la cooperación internacional. Urge alguien como Michelle Bachelet con ese liderazgo tenaz y valiente, que no le escape a los problemas y que sea capaz de enfrentarlos con decisión.
El desafío del nombramiento de Michelle Bachelet en la ONU
En su enorme valor testimonial en el protagonismo de Bachelet, está la duda sobre su nombramiento, sometido al veto de los Cinco Grandes del Sistema ONU acordado post Segunda Guerra Mundial. La pregunta de fondo es si Trump, China y Rusia tolerarán a Bachelet o ejercerán su derecho al veto. Allí está la cuestión clave.
Que en Chile haya partidismos exagerados y falta de sentido nacional ha sido siempre una constante.
