En Chile, quien comete un delito debe responder ante la justicia. Sea mayor o menor de edad.

En Chile, vivimos una crisis de seguridad que nos golpea a diario. Las portadas de los noticieros ya no nos sorprenden: niños y adolescentes involucrados en delitos violentos, portando armas, cometiendo homicidios, robos, asaltos. Lo más grave de todo es que muchos de estos actos quedan impunes, porque quienes los cometen no alcanzan la edad mínima para responder penalmente ante la justicia.

Actualmente, la edad de imputabilidad penal en Chile es de 14 años. Esto significa que un joven de 12 o 13 años que comete un delito —por más grave que sea— no puede ser juzgado ni condenado como un adulto. ¿Podemos seguir aceptando esto cuando la delincuencia juvenil va en aumento y cuando estos menores muchas veces actúan con total conocimiento de causa y con plena conciencia de sus actos?

Una legislación que no responde a los desafíos actuales

Presenté un proyecto de ley que propone reducir la edad de imputabilidad penal a los 12 años. No se trata de criminalizar la infancia, ni de castigar por castigar, sino de reconocer una realidad que ya no podemos seguir ignorando: hoy, un niño de 12 años sabe perfectamente distinguir entre el bien y el mal. Sabe que matar, robar o agredir tiene consecuencias. Pero también sabe que, bajo el sistema actual, no le pasará nada. Esa certeza genera una peligrosa sensación de impunidad.

Chile es uno de los países con la edad de imputabilidad penal más alta de Latinoamérica. Mientras el promedio regional es de 12 años, nosotros seguimos atados a una legislación que no responde a los desafíos actuales, que desconoce el contexto de violencia que enfrentamos.

En países como Colombia, Perú o Brasil, los menores pueden ser responsables penalmente desde los 12 o 13 años. ¿Por qué nosotros debemos seguir quedándonos atrás, cuando enfrentamos los mismos problemas, o incluso peores?

No podemos seguir permitiendo que bandas criminales utilicen a menores como herramientas para delinquir, sabiendo que no enfrentarán sanciones reales. No podemos seguir siendo espectadores de cómo se normaliza la violencia en nuestras calles, en nuestras plazas, en nuestros barrios. Es momento de enviar un mensaje claro y firme: en Chile, quien comete un delito debe responder ante la justicia. Sea mayor o menor de edad.

Bajar la edad de imputabilidad penal y actuar sin complejos

Este proyecto no busca venganza, busca justicia. Busca que nuestras leyes estén a la altura del Chile que hoy enfrentamos. Un Chile donde la seguridad se ha vuelto un anhelo urgente, y donde la ciudadanía exige respuestas concretas y decisiones valientes. No podemos seguir con un sistema que permite que homicidios, violaciones o portonazos queden impunes solo por la edad de quien los comete. Eso es inaceptable.

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Reducir la edad de imputabilidad penal es una medida ejemplificadora, pero también necesaria. Porque proteger a la infancia no significa permitir que el crimen se disfrace de minoría de edad. Chile no resiste más indiferencia frente a la inseguridad. Es momento de actuar, con firmeza, con decisión y sin complejos.
- Camila Flores, diputada