Fue un torneo con un cierre de guion de película. Y como capitán, ser yo el elegido para recibir el trofeo es un sueño. Un sueño cumplido en la realidad.
Son más de ocho años en Huachipato. Una institución a la que llegué con nerviosismo y ansiedad, porque era un jugador joven que venía a probar suerte a un equipo diferente, del sur y alejado de mi familia y mi gente.
Pero al margen de esa sensación al principio, llegué con mucha ilusión de poder hacerlo bien y tener un gran año en Huachipato. Llegué a préstamo por una temporada desde Universidad Católica y me quedé acá por mucho más.
En el fútbol, casi toda una vida, porque no es fácil mantenerse tanto tiempo en una misma institución. Yo feliz sigo acá hoy y más aún después de otro objetivo cumplido.
Un largo camino
Pasaron los años y llegué a ser el capitán de este equipo. Para mí es muy lindo, es un orgullo enorme, porque me siento parte importante de este equipo que ha confiado en mí para guiarlos dentro y fuera de la cancha. Eso me genera mucho orgullo como jugador y persona.
Más de 250 partidos con esta camiseta, con alegrías y tristezas, cómo la frustración que vivimos a fines de 2021 y nos encontrábamos en zona de descenso directo, pero que luego pudimos mantener la categoría al jugar ese partido con Deportes Copiapó.
Fueron meses difíciles sin saber qué pasaría con nosotros, con nuestras familias y con nuestro futuro. Fue de los momentos más complejos que he vivido en este club.
Pero sin duda he pasado más momentos felices. Recuerdo también el día en que disputamos el partido de promoción con Deportes Copiapó y pudimos ganar para quedarnos en Primera División. Fue una alegría enorme, un alivio, un respiro importante para nosotros y para toda la gente que nos rodeaba y apoyó en esos duros momentos.
Grandes logros con la camiseta
He vivido muchas cosas aquí con la camiseta de Huachipato, la del Campeón del Sur.
Festejé y fui feliz en cada triunfo y mucho más en aquellas oportunidades que hemos clasificado a copas internacionales. Representamos al país en varias oportunidades y creo que son momentos increíbles al ganar en otros países.
Ganamos a San Lorenzo en Argentina, que es un gigante sudamericano y ganar de visita fue notable.
En Paraguay a 12 de Octubre también porque nos perfilamos bien para la fase de grupos, pero lamentablemente después no pudimos pasar de ronda. En Colombia fue magnífico vencer a Deportivo Pasto, porque estaba todo en contra, un viaje largo, la altura, los hinchas en contra que llenaron el estadio y lo ganamos con un gol de Sánchez Sotelo en el final.
Son recuerdos que quedan para siempre.
La familia, los amigos y la hinchada acerera
Mi vida ha sido mucho de esto, de fútbol y deporte. Pero también está la familia y lo que uno va forjando en el tiempo. Relaciones muy cercanas no solo con gente ligada al club o al deporte.
Tenemos muy buenos amigos que nosotros consideramos parte de nuestra familia. Al estar lejos del lugar en donde uno nació esas personas nos hacer sentir acompañados y cercanos. Ellos nos ayudan en lo que más pueden, en nuestras alegrías, locuras y buenos y malos momentos. En Talcahuano y en toda la zona nos hemos encontrado con gente maravillosa.
En Huachipato también, gente del área administrativa y de las otras áreas del club son consideradas como mi segunda familia por la buena relación que tenemos, en un ambiente muy lindo para trabajar y desarrollarse.
Dejo para el final lo último que pasó y ese histórico título que conseguimos junto a mis compañeros, staff técnico y el apoyo profesional del club. Levantar la copa con nuestra gente fue lo máximo. Fue un torneo con un cierre de guion de película.
Y como capitán ser yo el elegido para recibir el trofeo es un sueño. Un sueño cumplido en realidad.
Se viene la imagen de cuando uno era niño y deseaba ser jugador profesional. Los sacrificios que se hacen desde pequeño, los viajes, la ayuda de la familia, las tristezas, alegrías, todo. Y en lo personal, es muy importante con los propios hijos, que a uno lo ven sacrificarse y no estar en la casa para momentos y fechas importantes.
Ellos siempre están, ayudando y apoyando en todos los partidos. Y me ven sufrir cuando estoy triste. Uno se recuerda de todo eso y más, por todo lo que ha costado, sumado a la emoción y felicidad por llegar hasta ese momento.
Creo que en este párrafo también represento a mis compañeros, con un profundo agradecimiento a nuestras familias, amigos, y también a la hinchada acerera, esos fieles compañeros que nos dan la fuerza en todo momento y vibraron con la misma emoción cuando alzamos la copa en un día histórico.
Me siento muy orgulloso. Este logro es de todos y también lo siento bien propio y personal porque son ocho años los que llevo en el club. Con un título uno queda grabado en la historia del club para siempre. Es lindo sentir eso.
Este deporte es bastante egoísta y no es fácil llegar a la cima, por lo que quedar en la historia y alcanzar la gloria de esta forma, me quedará marcado para toda la vida, siendo un Campeón del Sur.
