Tras los recientes hechos de violencia registrados en las afueras de liceos emblemáticos, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, llamó a “olvidarse del Aula Segura” como principal herramienta de respuesta.
En esa línea, el ministro afirmó que la situación “ya no es un tema de convivencia escolar”, sino un problema de seguridad y persecución penal.
Cordero explicó que la mesa de trabajo con el Ministerio de Educación aborda casos de violencia que ocurren dentro de los establecimientos y que tienen su origen en la convivencia escolar, como riñas o delitos con arma blanca. Sin embargo, advirtió que lo que ocurre fuera de los establecimientos es distinto.
“Lo que sucede fuera de los emblemáticos no tiene nada que ver con convivencia escolar. Eso es delincuencia pura”, recalcó el ministro. “No podemos normalizar que tengamos servicios policiales de control de orden público todos los días afuera de estos establecimientos, todas las semanas fuera de los liceos emblemáticos. Eso es completamente anormal”.
Cordero aseguró que, en varios casos, la violencia es instigada por adultos ajenos o vinculados a “grupos antisistema” que “han estado utilizando por demasiado tiempo los liceos emblemáticos para el desarrollo de actos violentos”.
Sobre los incidentes dentro de los establecimientos
Considerando estos incidentes, el ministro enfatizó en el uso del Aula Segura: “Usted puede aplicar el Aula Segura si quiere, pero lo que está pasando ahí es la comisión de delitos que tienen que ser perseguidos intensamente por el sistema de persecución penal”.
Consultado por la confección de bombas molotov dentro de los liceos, la autoridad comentó: “Me resisto a creer que el uso de armas dentro de un establecimiento escolar sea considerado convivencia escolar. Jurídicamente no procede”.
Fiscal Valencia y la solicitud de Bellolio
En paralelo, el fiscal nacional, Ángel Valencia, respondió a la solicitud del alcalde de Providencia, Jaime Bellolio, quien solicitó al Ministerio Público presentar un fiscal especializado en este tipo de materias para que “no sigamos diciendo que estos son los estudiantes de los liceos”.
Considerando esa petición, el fiscal aclaró que esa no es una atribución directa de su cargo, sino de los fiscales regionales.
“Escapa a mí las atribuciones poder destinar a un fiscal adjunto para que se dedique exclusivamente a esa investigación. Esa es una atribución que tienen los fiscales regionales. En consecuencia, una solicitud de esa naturaleza tendría que dirigirse al fiscal regional que tiene competencias dentro del territorio en el que esos desórdenes o esos hechos se produjeron”, explicó.
Asimismo, afirmó que lo que podría eventualmente resolver es la solicitud de un fiscal regional para que investigue esos hechos, “entiendo que una solicitud de este tipo todavía no llega”.