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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Un psicólogo de 27 años denunció haber sido agredido en la discoteque "Maldita Sea" de Concepción. La víctima, golpeada por su orientación sexual, relató que un individuo lo insultó y atacó físicamente causándole lesiones, mientras la administración del local habría negado acceso a las cámaras de seguridad. El afectado, agredido en un espacio supuestamente seguro para la comunidad LGBTIQ+, identificó al agresor y presentó denuncia en Carabineros.

Un hombre de 27 años, denunció una violenta situación al interior de una reconocida discoteque de Concepción, región del Bío Bío. El joven acusó haber sido golpeado por su orientación sexual.

El hecho ocurrió el pasado viernes, en la disco “Maldita Sea”, ubicada en calle Rengo con Argentina. La víctima aseguró que llegó al lugar con su grupo de amigos.

Mientras bailaban, sostuvo la víctima, un hombre lo habría empujado y agredido con golpes de pies y puños, dejándolo tendido en el piso. “Me decía maricón, me dejó todo el labio roto”, puntualizó.

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Cedidas

La víctima indicó que solicitó las cámaras a la administración del local. Sin embargo, le habrían dicho que no tenían registros audiovisuales.

Por lo mismo, sintió impotencia al ser agredido en un ambiente presuntamente “seguro” para la comunidad LGBTIQ+.

Según su relato, todo se habría originado luego de pasar a llevar a una mujer mientras se desplazaban al interior del recinto. El joven indicó que conoce la identidad del agresor y realizó la denuncia ante Carabineros en el Hospital Regional de Concepción.

Se buscó la versión de la administración de la disco, quienes, tras la publicación de este artículo, señalaron que apoyaron a la víctima desde el primer minuto, identificando al agresor, y negaron que hayan ocultado información. Aseguran que sí le compartieron los registros de cámaras.

“Lo único que se ve es a él (la víctima) saliendo muy tranquilo de la pista de baile en el segundo piso (…) Luego se van al baño, donde no hay cámaras”, comentó Daniela Castellón, dueña del establecimiento.

“Maldita Sea es un lugar seguro para la comunidad. Jamás habíamos tenido algún tipo de agresion de esta características”, enfatizó.