En prisión preventiva quedó una gendarme detenida en un operativo de la Policía de Investigaciones en Curanilahue, en la región del Bío Bío. La funcionaria, que fue desvinculada de la institución, fue formalizada por tráfico de drogas.
En la audiencia de formalización de cargos desarrollada en el Juzgado de Garantía de Curanilahue, también enfrentó a la justicia un segundo sujeto, que también quedó privado de libertad. En su caso, enfrentó cargos por tenencia ilegal de arma de fuego prohibida, municiones y microtráfico.
Los imputados corresponden a Andrea Belén Riffo Benítez y Luis Alberto Pavez Azócar, sobre los cuales el magistrado David Bravo ordenó su ingreso a cumplir la cautelar más gravosa por considerar que su libertad constituye un peligro para la seguridad de la sociedad.
De acuerdo a lo expuesto en la audiencia, el martes 9 de septiembre, en cumplimiento a una orden de entrada y registro, carabineros ingresaron al domicilio de Luis Pavez en Curanilahue, encontrando 31,26 gramos de marihuana, una balanza digital, bolsas dosificadoras, un teléfono celular y $100.250 en efectivo. Además, hallaron una pistola de fogueo adaptada de 9×19 milímetros, con su cargador metálico y 14 cartuchos.
Posteriormente, un grupo de policías ingreso al domicilio de Andrea Riffo en la misma comuna, encontrando un total 138,2 gramos de ketamina, 114 gramos de cocaína y 1,09 gramos de marihuana, además de una caja con bolsas para dosificar la droga.
El tribunal fijó en cuatro meses el plazo de la investigación sobre estos dos imputados.
Sobre el tercer detenido en el procedimiento policial, Pablo Ignacio Pavez Azócar, fue formalizado el pasado miércoles por homicidio frustrado y amenazas simples y daños. Él también quedó en prisión preventiva.