"Compré cada clavo, cada palo de mi casita", manifestó la mujer que vio luego el trabajo de años desaparecer luego de la caída del árbol por los fuertes vientos que afectaron a la región de Valparaíso tras el último temporal. "Ahora hay que comenzar de cero", afirmó.

Una vivienda en Laguna Verde resultó casi completamente destruida luego que un árbol cayera sobre la estructura después de los fuertes vientos y lluvias registrados en la región de Valparaíso.

En conversación con Radio Bío Bío, Pamela Riquelme, quien vive con su hijo menor en el Camino Al Faro en el sector Paso del Zorro, señaló que fue un “árbol de más de 30 metros, partió la casa en dos”.

La mujer señaló que vecinos llegaron a ayudarla y con motosierras están tratando de cortar el tronco. Ante esto, también pidió el apoyo de la comunidad para poder recuperar lo perdido y levantar su hogar nuevamente.

“Ni siquiera puedo entrar, porque está haciendo presión el árbol, en cualquier momento se puede desplomar”. Según explicó la afectada, una torre de agua logró contener el impacto, sin embargo no fue suficiente para evitar los importantes daños que sufrió el inmueble. Entre esos, cañerías, electricidad, techumbre, planchas.

Riquelme manifestó que justo ese día salió a trabajar en un horario en el que por lo general, está en la casa con su hijo “y hubiera sido peor, hubiera sido una desgracia máxima”.

La mujer es chofer particular y actualmente está quedándose donde su jefa, quien le está brindando apoyo durante este momento.

“Yo me enteré por las páginas, alguien publicó y me empezaron a avisar (…) me mandan las fotos y para mi fue impactante”, señaló Pamela. “Ayer intenté sacar ropa, pero sólo pude sacar la comida de mi perro”, agregó.

Así, señaló que el camino a su casa se le hizo eterno por los nervios, “es el único árbol que cayó aquí, pero cayó uno en la ruta”. Pamela Riquelme además manifestó que en estos momentos su familia se encuentra separada, su hija mayor y su hijo pequeño se encuentran en la casa de unos cercarnos.

La afectada indicó que este era el primer invierno donde tenía su casa preparada y que incluso había comprado materiales para seguir trabajando con un vecino, esfuerzo que ahora se perdió por completo. “La verdad es que creo que hay que desarmar, botar” toda la casa, luego de que se quebrara todas las vigas.

“Compré cada clavo, cada palo de mi casita y es super difícil”, sobretodo, acotó, considerando que las primeras obras en la vivienda las realizó con su papá que falleció de un cáncer de páncreas.

En tanto, Riqueleme señaló que vecinos le han ofrecido ayuda para reconstruir la casa, además de funcionarios del municipio que se acercaron para que evalúen los daños en la vivienda. “Toda ayuda es bien recibida, porque la verdad hay que comenzar de cero”, indicó.