Más de 25 puentes de madera en la provincia de Osorno mantienen problemas recurrentes, debido al alto tonelaje de transportes que -según las comunidades- deterioran los viaductos.

Se trata de un tema de largo aliento, donde los alcaldes mantienen solicitudes para que el Ministerio de Obras Públicas otorgue estándares adecuados a las zonas con alto tránsito

Tal es el caso del puente Quilacahuin en San Pablo. El jefe comunal, Juan Carlos Soto, señaló que lleva con restricciones durante dos años por el mal estado de una de sus vigas.

En ese sentido, agregó que la inversión ya comprometida para el viaducto supera los 5 mil millones de pesos y espera ser concretado el año 2022.

Cabe recordar que fue en junio del 2019 cuando se decidió suspender el uso a plenitud del puente Quilacahuin, luego que una inspección subacuática de rutina detectara una falla estructural en el viaducto.