En prisión preventiva se mantendrán siete acusados por el caso de secuestro, tortura y homicidio ocurrido en la comuna de Colliupulli. Fue en junio cuando se conoció el hecho, luego que una de las víctimas lograra escapar con heridas de hacha y los dedos de sus pies rotos, sin embargo, su compañero murió por las agresiones provocadas por sus captores.

El Juzgado de Garantía de Collipulli, resolvió mantener en prisión preventiva a siete de las doce personas investigadas por los delitos de secuestro, secuestro con homicidio además de porte de armas de fuego y microtráfico de drogas, ocurridos en junio de este año en la citada comuna

La jueza de Garantía de Collipulli, María Fernanda Lagos, tras oír las solicitudes del equipo defensor de los imputados y los argumentos del Ministerio Público, rechazó modificar la medida cautelar de prisión prisión preventiva a siete integrantes del Lof Choin Lafkenche de la familia Ancalaf.

El grupo está imputado por el Ministerio Público como autores, en distinto grado de participación, de los delitos consumados de secuestro, secuestro agravado, secuestro con homicidio, porte ilegal de armas de fuego y microtráfico perpetrados en junio pasado, en la citada comuna de la provincia de Malleco.

En la audiencia de revisión de medidas cautelares, la magistrada consideró que no han variado las circunstancias que tuvo presente el Juzgado al momento de aplicar la medida cautelar privativa de libertad que cumplen todos los imputados en la causa, desde junio pasado, en los complejos penitenciarios de Valdivia, Concepción y Temuco.

La jueza detalló que la prisión preventiva resulta indispensable para el cumplimiento de los fines del procedimiento, quedando de manifiesto que la libertad de los imputados constituye un peligro para la seguridad de la sociedad, de las víctimas y para el éxito de la indagación.

Asimismo, se agendó para este lunes 13 de diciembre la audiencia de ampliación del plazo de investigación solicitado por el Ministerio Público.

El caso

Fue el 8 de junio, cuando un familiar de una de las víctimas interpuso una denuncia por posible desgracia, advirtiendo a la policía que los desaparecidos habrían sido secuestrados por la forma en la que fueron sacados de sus casas.

Luego de siete días apareció Ernesto Abello Marín, una de las víctimas y quien residía en la comunidad We Newen, con lesiones de carácter grave, como golpes con hacha en la cabeza y fracturas en los dedos de los pies, así también cortes en una de sus extremidades.

El hombre logró escapar lanzándose por un barranco y pasando por un estero, tras lo cual llegó a un domicilio particular prácticamente desnudo, donde inmediatamente pidieron ayuda a Carabineros. Sin embargo, su compañero murió mientras estaba cautivo por sus agresores.