Un día, Fernando se levantó y casi como por arte de magia, tenía un auto de alta gama a su nombre, acompañado de una deuda de $40 millones. Sin embargo, él nunca se enteró de esta supuesta compra y ahora, debe pagar un crédito que nunca pidió.
Puede sonar extraño, pero esto le ocurrió Fernando Astorga, un médico de 37 años oriundo de la comuna de Los Andes, región de Valparaíso.
Si bien, todo comenzó en noviembre de 2024, a penas se enteró en mayo de este año. “Hace como tres semanas atrás me llamó un carabinero de Puerto Montt para informarme que había un Audi Q8 que estaba a mi nombre. Desconocía la situación, pensé que me estaban estafando y colgué el teléfono“, relató el hombre.
Pese a ello, la duda quedó rondando en su cabeza, así que para salir de ellas, consultó en internet -mediante su rut- los vehículos asociados a él.
Ahí vino la sorpresa. Un auto marca Audi modelo Q8 era suyo… al menos en el papel. “Saqué el padrón en el registro civil y claro, tenía un auto que nunca ha sido mío”, aseguró Fernando.
De ahí en adelante fue averiguar cómo un auto de alta gama llegó a su nombre, junto a una deuda de $40 millones. Antes que todo, realizó una denuncia en la PDI por usurpación de identidad y estafa. También, retomó el contacto con el carabinero de Puerto Montt.
En noviembre de 2024 se realizó la “compra” por parte de sujetos que vulneraron los datos personales de Fernando. Principalmente su nombre y rut, pues el resto de la información no estaba asociada al afectado, como su dirección o profesión.
Sea como sea, desde Santander Consumer le otorgaron un crédito automotriz de casi $40 millones, el cual debía ser pagado en 48 cuotas desde enero de 2025. El monto final del préstamo supera los $65 millones.
En este sentido, la dirección utilizada en el contrato es de la comuna de Gorbea, en la región de La Araucanía. La automotora que, supuestamente, vendió el vehículo, se llama “Automotriz del Sur – Rupanco SpA” y se ubica en Puerto Montt.
Compra y venta sin vendedor ni comprador
Dentro de las averiguaciones realizadas por el propio afectado, llegó al nombre y número del dueño original del vehículo.
“Yo hablé con el dueño del Audi. Tal como yo, esta persona se enteró que su auto no estaba a su nombre y que no podía hacer nada con el vehículo. Es su auto, lo tiene en su casa, en su estacionamiento. Solo que un día, el auto de él apareció a nombre mío“, detalló Fernando.
Básicamente, dice el hombre, se trató de una compra y venta de un vehículo, aunque sin el comprador y sin el vendedor.
Por otro lado, Fernando Astorga ingresó un reclamo en Santander Consumer para obtener más información sobre cómo se autorizó un crédito de $40 millones a su nombre, del cual ya debe 6.
En resumidas cuentas, le respondieron que su caso fue derivado al área judicial del banco y que el cŕedito fue marcado como “código fraude”, por lo que los abogados de la institución están llevando a cabo las diligencias necesarias.
BioBioChile se contactó con Santander Consumer Finance, entidad que es parte del Grupo Santander, para consultar sobre la situación.
“Respecto a la situación formulada por don Fernando Astorga, Santander Consumer Finance declara haber reunido los antecedentes e interpuesto una denuncia ante el Ministerio Público y posteriormente una acción penal en Tribunales de Justicia, con el objeto de poder aclarar en sede judicial quién o quiénes son él o los responsables del ilícito y obtener las sanciones correspondientes”.
Vulneración de Clave Única
Tras verificar que en efecto, sí había un Audi Q8 a su poder, retomó el contacto con el policía de Puerto Montt que le informó lo que ocurría. Allí, este le comentó que debía declarar en alguna unidad policial porque estaba como “imputado”.
En la declaración, tomada por la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos -SEBV-, Fernando sostuvo que en noviembre de 2024 su clave única fue “hackeada”.
“Como soy médico, necesito hacer algunas cosas de pacientes que tienen que ver con mi Clave Única. Me metí, pero la clave no era la misma. Quise restablecerla y el respaldo llegaba a otro correo, que no era el mío“, expuso Astorga.
Por lo mismo, cree que allí pudo haber empezado el problema, pero -por ahora- a Fernando solo le resta esperar a lo que ocurra mediante tribunales.
Denuncias BBCL intentó comunicarse con la presunta automotora involucrada en la compra y venta fraudulenta del vehículo, pero no obtuvimos respuesta.