Respaldo con discrepancias en el oficialismo, cuestionamientos y acusaciones de "sesgo antisemita", es parte de lo que dejó en el mundo político la decisión de excluir a empresas de Israel de la nueva versión de Fidae que se realizará en Chile. En tanto, desde el ojo experto, especialistas aseguran que no es bueno "confundir los intereses del Estado con las posiciones personales".

“Es una decisión difícil, no nos gusta tener que tomarla. Es doloroso tomarla y entendemos que tiene muchas consecuencias”, dijo la ministra Carolina Tohá tras la polémica que se generó por Fidae 2024.

Recordemos que desde el Ministerio de Defensa informaron que “por decisión del Gobierno” se marginó a las empresas de Israel en una nueva versión de la feria que se realizará el próximo mes en nuestro país.

Lo anterior, argumentaron desde La Moneda, porque en la escala de prioridades “los Derechos Humanos es el primer eslabón” ante “cosas tan atroces” como las que están sucediendo en la Franja de Gaza.

Si bien desde el oficialismo la determinación mayoritariamente fue respaldada y catalogada como “valiente”, pero no exenta de discrepancias; tanto en la oposición, como desde la mirada experta y otras organizaciones, existen cuestionamientos.

Fidae 2024: Boric y el recuerdo de Lagos y Piñera respecto a la marginación de empresas

Desde Palacio y recordando acciones de los exmandatarios Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, el Presidente respaldó la decisión de marginación a las empresas provenientes de Medio Oriente.

“Cuando se toman decisiones en función de principios, hay siempre quienes van a alegar o esgrimir escusas para tratar de cuestionarlas o relativizarlas”, dijo Boric.

Agregando que “excluir o no invitar a empresas que de una u otra manera están siendo parte de aquello que criticamos, me parece que es coherente”. Consultados por la exclusión de Rusia en 2022, los expertos difieren.

Para el académico de la Facultad de Gobierno de la UDD, Guido Larson, la decisión no son comparables pese a que “materialmente es una acción idéntica o muy similar”.

“Las circunstancias, el envoltorio político de cada caso es completamente distinta y en este caso la externalidad son mayores, son más visibles y también hace que el escenario sea menos predecible por lo mismo”, dijo.

En la misma línea, para el magister en Ciencias Militares, Jorge Sanz, “no es comparable por la única razón que Rusia no impactaba en la seguridad nacional ni en los intereses de Chile”.

Los cuestionamientos por la decisión del Gobierno

Para nadie es sorpresa que la relación de Israel con la actual administración del presidente Gabriel Boric comenzó con complicaciones desde el inicio.

Episodios como la recepción de las cartas del embajador israelí y la participación de Chile en el proceso de opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia han marcado la “inestable” relación bilateral.

“Lo lamento, pero no me sorprende”, dijo el embajador e Israel en Chile, Gil Artzyeli. Esto, argumentando que la decisión perjudica no sólo en defensa y seguridad, sino en otras áreas como manejo de recursos hídricos, intercambio académico, ciencia y tecnología.

En la misma línea, el exministro de Defensa, Jaime Ravinet, conversó con Podría Ser Peor y dijo que “es un acto irresponsable del Presidente de la República” al demostrar “absoluto desconocimiento, o desprecio, respecto a la seguridad nacional de este país”.

Además, dijo que se puede entender que no se comparta la gestión de Benjamín Netanyahu en Gaza y “es legítimo”, pero “los compromisos comerciales y técnicos” son de Estado a Estado y no “de Presidente a primer ministro”.

Por su parte, la Comunidad Judía en Chile acusó al mandatario de tener “un patrón de conducta sistemático y persistente”, a lo que sumó una “superioridad moral” y “sesgo antisemita” por parte del Gobierno.

¿Consecuencias? El análisis del ojo experto

Para el especialista en análisis político internacional, Guido Larson, “el Gobierno ha decidido que la mantención de tensión con Israel va en dirección de proteger el interés nacional”.

“Eso a mí me parece dudoso, o al menos cuestionable en particular al considerar el rol que juega la industria de defensa israelí como proveedor de insumos a la defensa chilena”.

Aún así, sostiene que “no es impensable que la participación de Israel en la Fidae igualmente hubiese generado costos al Gobierno. Uno puede imaginar voces disonantes dentro de la coalición o protestas in situ”.

“Usualmente las relaciones bilaterales se definen cualitativamente, pero cuesta encontrar una noción que defina un empeoramiento de ella, porque las relaciones ya se encuentran deterioradas de forma significativa”, agregó.

Por su parte, el analista internacional y magíster en Ciencias Militares, Jorge Sanz, sostuvo que “nunca es bueno confundir los intereses del Estado con las posiciones personales respecto de algunos temas”.

“En este caso, las preferencias del Presidente pro-Palestina se antepusieron a los intereses del Estado (…) las Fuerzas Armadas tienen muchos componentes tecnológicos de origen israelí”, comentó.

Guido Larson | Jorge Sanz
Guido Larson | Jorge Sanz

Respecto a ese tema, Sanz planteó: “¿Van a quedar las FFAA sin comunicación o mantenimiento de sistemas? Probablemente no, pero puede ser más caro y tardío”.

“Es un error descuidar los intereses del Estado e imponer, en las relaciones internacionales, las ideas personales. Es un error que puede generar graves consecuencias (…) no es cuestión de cambiar al proveedor, es muchísimo más profundo que ese simplismo”, explicó el experto.

Finalmente, se debe recordar que ayer el Presidente de la República aseguró que “la política internacional del Gobierno la decido yo”.