Según Sun Tzu claramente Putin no posee las características de un general victorioso, pues independiente de los resultados de Ucrania, la que Europa no dejará que caiga, este personaje gracias a su inoperancia y vanidad ha despertado una fuerza que estará diseñada para hacerle frente y vencerlo.

El arte de la guerra se basa en el engaño” escribía Sun Tzu en su libro El Arte de la Guerra. Esta obra fue escrita alrededor del 500 a.c. Sin embargo, muchas de sus reflexiones están plenamente vigentes.

No deja de sorprender que la guerra según el autor sea concebida como un arte, es decir el ganador del conflicto no sería necesariamente el más valiente, el más fuerte, el más inteligente o incluso el poseedor del ejército más poderoso. Sino que el ganador sería el mejor artista.

Es así que el mejor general, contrario a lo que uno podría pensar, debería ser poseedor de una gran sensibilidad. Desconocemos si efectivamente Putin es poseedor de la sensibilidad propia de un artista, pero tenemos antecedentes que si es particularmente sensible con quienes no están de acuerdo con él, pues tiene la tendencia de encarcelar y envenenar a todos sus críticos, incluso a grupos musicales que en sus letras se ríen de él.

La educación del gobernante, los griegos se la adjudicaban a Quirón, ser mitológico mitad animal y mitad humano. Es decir que para ser buen gobernante había que tener la dualidad de ser tanto animal como humano, obviamente de manera equilibrada. Podemos distinguir, sin temor a equivocarnos, que claramente ese equilibrio en Putin lamentablemente no existe, más bien predomina en él claramente la parte animal del buen Quirón.

“Ataca al enemigo cuando no esté preparado, y aparece cuando no te espere”

Si pudiésemos ponerle un título a la invasión rusa a Ucrania, perfectamente podría ser la de la gran obra de nuestro maestro colombiano, Crónica de una Muerte Anunciada.

Hay que recordar que Rusia, hasta la invasión norteamericana a Irak, asistía regularmente a las reuniones de la OTAN en Bruselas. De hecho, Putin en protesta a esa invasión se retiró de esa organización. No obstante, sin respetar la independencia de un estado soberano democrático, hizo exactamente lo mismo que en su minuto le criticó a los EEUU.

La invasión a Ucrania fue posterior a la anexión rusa de Crimea el 2014 y era cosa de tiempo que ante el fracaso de repetir la experiencia de Crimea ahora en Ucrania, Putin se viese tentado a invadirla. Vale decir que desde el 2014 uno podría pensar, los ucranianos con más fuerza obviamente, que en algún minuto Rusia invadiría a Ucrania. Claramente a Putin no le importó que el enemigo lo esperara 8 años. ¿Exceso de confianza quizás?

“Nunca es beneficioso para un país dejar que una operación militar se prolongue por mucho tiempo”

El 24 de febrero del 2022 Rusia invade Ucrania. Si, ya van más de dos años.
Toma del Morro de Arica, un día.
Batalla de Waterloo, cuatro días.
Batalla de Stalingrado,42 días.
Batalla de Verdum,303 días.

Uno podría decir que estos 788 días no corresponden a una batalla, sino que, a una guerra. Pero no es una guerra total, tampoco una batalla continua. Entonces ¿qué es?

Según Sun Tzu es: una operación militar, la que obviamente se ha prolongado a estas alturas ya no mucho, sino que demasiado.

Primero fracasa la operación militar liderada por mercenarios profesionales contratados por Putin, luego una operación en que los soldados son de territorios de la Ex URSS que no tienen ningún vínculo emocional con Rusia ni menos con su líder Putin. A Rusia se la acabaron las balas y ahora tiene que abastecerse de las armerías y arsenales de Corea del Norte.

“Así pues, lo más importante en una operación militar es la victoria y no la persistencia”

Esa victoria que nunca llega. No podemos distinguir quien es más persistente, si la resistencia ucraniana o la insistencia rusa; los primeros están inspirados por un férreo espíritu patriótico y los segundos por el orgullo herido de su gobernante Putin.

El dragón se muerde la cola y todo comienza de nuevo, es así que volvemos al comienzo de un nuevo ciclo.

¿Qué es lo que se nos avecina? Para vislumbrar esto tenemos que incorporar a esta ecuación nuevos elementos: por ejemplo, a la OTAN, el efecto Ucrania ha logrado estimular a Europa generar un esfuerzo bélico absolutamente desconocido desde la Segunda Guerra Mundial.

La danza de US$ en serio ya ha comenzado: hace un par de días el Congreso norteamericano liberó una ayuda de 61.000 millones de dólares a Ucrania. Alemania aumentó considerablemente su históricamente exiguo presupuesto en defensa a un 2% de su PIB, lo que alcanza a 73.410 millones de dólares.

En un año Putin tendrá a una OTAN mucho más poderosa, con un contingente entrenado para este tipo de guerra y con un enemigo antes inexistente. No sería aventurado pensar que ni en sus peores pesadillas Putin pudo soñar que él sería el responsable de lograr lo impensable, o sea unir a toda Europa y formar quizás el ejército más formidable de la historia creado nada más y nada menos para destruir a su amada madre Rusia.

Bueno, según Sun Tzu claramente Putin no posee las características de un general victorioso, pues independiente de los resultados de Ucrania, la que Europa no dejará que caiga, este personaje gracias a su inoperancia y vanidad ha despertado una fuerza que estará diseñada para hacerle frente y vencerlo.

A Putin le gusta justificar sus acciones usando argumentos históricos ya sea contra Ucrania o contra la OTAN, pero parece que olvidó la experiencia histórica japonesa del ataque a Pearl Harbor. Una vez concluido dicho ataque el gran almirante Isoroku Yamamoto dijo: hemos despertado al gigante dormido. En realidad, alguien tenía que despertar a Europa de su complaciente siesta autoinfligida que duró algo así como 70 años, ¿es como suficiente no creen?

Por: Luis Claudio González Delgado

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