"Pensiones, salud y educación siguen evidenciando las limitaciones y deficiencias conocidas que requieren ser tratadas de manera urgente. El Estado no cuenta con las herramientas ni recursos suficientes para darles una solución", enfatizó el ex presidente Ricardo Lagos respecto al pacto fiscal.
Se complica el camino para alcanzar un pacto fiscal promovido por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien durante la semana intercambió fuertes opiniones con el sector empresarial, además de tener que explicar sus dichos sobre el financiamiento de la Pensión Garantizada Universal (PGU).
Fue este miércoles cuando Marcel comentó la negativa del gran empresariado de aumentar los impuestos, acusando que “hay un evidente cambio de posición y actitud”.
La respuesta del gremio comercial no se hizo esperar, ya que el presidente de la CPC, Ricardo Mewes, fue enfático en decir que “no hay cambio de tono”.
“Cambio de tono no hay. Aquí hemos conversado bastante en distintos ámbitos y lo que sí hay es una situación que para nosotros es hoy más preocupante de lo que había antes”, dijo Mewes en el webinar de DF.
Es bajo este contexto en el que se pronunció el ex presidente Ricardo Lagos por medio de una columna en El Mercurio, donde detalla -según él- la importancia y el propósito de este pacto fiscal.
Lo anterior, respaldando además al actual ministro de Hacienda.
“El ministro Mario Marcel (…) tiene toda la razón”
“El propósito de un pacto fiscal es proveer de los recursos y medios necesarios para que el Estado pueda enfrentar urgencias que requieren de una solución inmediata. Con las herramientas que actualmente se posee, no es posible hacerlo”, partió diciendo el político.
Según lo ha dicho Marcel, y como lo rescató ahora Lagos, los pactos fiscales contienen medidas que son transitorias.
“Concurren en paralelo con las demás medidas permanentes y en régimen como aquellas de una reforma tributaria”, detalla.
“El ministro Marcel ha sido elocuente al mostrar su preocupación por las graves consecuencias que tendría para el país si el sistema político no logra ponerse de acuerdo sobre un pacto fiscal y tiene toda la razón para estarlo”, añadió Lagos.
“Como acertadamente advierte, las condiciones fiscales vigentes son a todas luces insuficientes”, asevera.
“Por esto, es relevante resaltar que un pacto fiscal no se agota en una reforma tributaria. Un pacto fiscal como el que enfáticamente se propone supone un acuerdo mayor sobre las condiciones que permitan generar reglas estables”, dice.
¿Qué es lo que busca un pacto fiscal?
En palabras del ex presidente de Chile, un pacto fiscal busca implementar medidas que aseguren un uso más eficiente y efectivo de los recursos fiscales.
“Lo grave es que hoy estas necesidades -que un pacto fiscal intenta solucionar- se han vuelto más apremiantes y complejas”, dice Lagos.
“Además, muchas de las causas que gatillaron el estallido social siguen presentes y su urgencia no ha disminuido”, añadió el político.
Según lo detalló, además se suma la ocurrencia de fenómenos globales cuyos efectos son mucho más estructurales y permanentes en el tiempo.
Ejemplo de esto -dijo- es la migración, la crisis climática derivada del calentamiento global y el progresivo envejecimiento de la población.
“Hemos visto cómo echar mano al endeudamiento no es una receta que sea sostenible en el tiempo. Desde inicios de la década pasada ha venido creciendo sostenidamente la deuda del Gobierno Central, más que triplicándose”, manifestó.
Solo a modo de referencia, recordó, de acuerdo con los datos de la Dirección de Presupuestos, a diciembre de 2021 la deuda bruta del Gobierno Central alcanzó los $87.262.776 millones.
Esto es equivalente al 36% del PIB, teniendo en cuenta que en 2018 la deuda llegaba a un 26% (Dipres, 2023).
“Solución a los problemas de Chile”
“Sin embargo, también nos muestra que los actuales ingresos no nos permiten como país generar recursos suficientes para solventar necesidades permanentes”, mencionó la autoridad.
“Vale decir, hoy las fuentes de ingresos no logran cubrir por sí solas las necesidades de la población”, manifestó.
“En las condiciones institucionales actuales, donde se observa una debilidad estructural del sistema político en su conjunto para lograr acuerdos de mediano y largo plazo acordes con una democracia madura, dicho acuerdo se ve cuesta arriba”, dijo.
“Confío, sin embargo, en la capacidad y compromiso con el país de quienes intervienen en esta decisión, de que la democracia chilena, aun golpeada, es capaz de darles solución a los problemas de Chile”, finalizó.
