Sectores oficialistas en contra del TPP-11 podrían recurrir a la vieja estrategia del filibusterismo para enredad la tramitación del acuerdo. Es decir, recurrir a cualquier táctica que pueda retrasar su tramitación.

El oficialismo se encuentra dividido. Esto, ya que nuevamente se intenta avanzar en el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP-11). Un proyecto que ha generado controversia entre las bancadas de Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático. Ya que, la posibilidad de que Chile ratifique su incorporación al bloque del denominado TPP11 se ha vuelto cada vez más cercana.

Es más, desde la Cámara Alta ya dicen contar con los votos necesarios para aprobar este acuerdo. Cuestión que al conglomerado de Apruebo Dignidad no convence del todo, pues han tenido una posición bastante crítica en torno a este tema. De hecho, durante este lunes anunciaron que esperan hacer uso de “herramientas reglamentarias” para evitar la votación del proyecto esta semana, según consignó el Senador Juan Ignacio Latorre.

El tratado que en octubre cumplirá cuatro años en tramite, fue puesto en tabla para ser votado a primera hora este miércoles en la Sala del Senado. Lo anterior, luego que la oposición y la exConcertación dieran aviso al Gobierno sobre la necesidad de destrabar lo antes posible este asunto.

Hasta el momento, varios han sido enfáticos con su postura, argumentando en los desafíos y oportunidades que incluiría la propuesta para el país. Así lo destacó el excanciller Heraldo Muñoz, quien aseguró que “el TPP-11 representa una oportunidad para nuestro país en tiempos de estrecheces económicas”.

Esto, ya que el tratado permitiría que alrededor de “3 mil líneas arancelarias gocen de beneficios de acceso para miles de productos chilenos”, afirmó el diplomático.

¿Qué queda esperar? Aprobar o rechazar el acuerdo que debiera ser votado este miércoles en la Cámara Alta.

¿Están los votos?

Fue el senador de la UDI, Iván Moreira, que además lidera esa bancada, quien afirmó este lunes que la oposición ya cuenta con los respaldos “suficientes para que sea aprobado”.

En buenas cuentas, se requiere una mayoría simple del Pleno para que sea despachado. Es decir, el apoyo de al menos 26 congresistas.

En la derecha están alineados, mientras que el foco está en la centroizquierda. Y es que a pesar de que todo apunta a que efectivamente están los votos, al interior del Partido Socialista, por ejemplo, estarían divididos. Mientras que el senador Juan Ignacio Latorre, el único frenteamplista de la Cámara Alta, dejó entrever que apostará al filibusterismo para aplazar la discusión.

Según dijo este lunes a la salida de una reunión en La Moneda, su sector buscará aspectos reglamentarios para evitar que sea votado el miércoles, como, por ejemplo, pedir una segunda discusión.

“Lo que ha dicho el Gobierno es que no tiene apuro en sacar adelante este proyecto, más cuando hay una estrategia que está en desarrollo”, apuntó.

“Vamos a discutir qué estrategias tendría el Gobierno, qué alternativas, en caso que se vote a favor, a la espera que sacar adelante las cartas bilaterales que para nosotros son muy importantes”, aseveró Latorre.

Con todo, en caso de ser aprobado, el acuerdo quedará en manos del Presidente Gabriel Boric para su ratificación.

La estrategia del gobierno

No estaba dentro de los planes del Ejecutivo tropezarse nuevamente con el TPP11. Un acuerdo que ha generado polémicas dentro del oficialismo, debido a las diferencias sobre sus principios y formas.

Sin embargo, esto ha obligado al propio Presidente Boric a evidenciar su postura sobre él: “No es parte del programa de gobierno”, explicitó desde EEUU. “La decisión le corresponde al Congreso”, agregó.

Un artículo de La Tercera apunta a que la estrategia del Jefe de Estado es dilatar la ratificación del tratado. Esto, a la espera de concluir las negociaciones de las denominadas side letters con el resto de los países que conforman el tratado.

Precisamente a través de las cartas laterales, la administración de Boric buscará negociar -en palabras de la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo– el resguardo en materia de soberanía y recursos naturales.

Pero… ¿Qué objetivos tienen estas cartas? Poder llegar a un acuerdo paralelo que no formaría parte del acuerdo principal, donde se logre modificar algunas normas. Llegando a consensos, que son tomados entre los países implicados en el tratado. Y, donde se establecen normas especificas entre el bloque de las 11 naciones.

Tan así, que la canciller Antonia Urrejola ya anunció que el Gobierno enviaría side letters a los miembros del pacto. Por lo tanto, de aprobarse este tratado en el Senado, el gobierno presentará un proyecto separado sobre las cartas laterales. Respecto a esto último, el excanciller Heraldo Muñoz explicó a BioBioChile que sería “una señal importante”.

Hasta la semana pasada, fuentes de Radio Bío Bío aseguraban que el Estado chileno ya había logrado cerrar cartas bilaterales con dos o tres países firmantes, pero desde la oposición han deslizado que el Ejecutivo habría pedido al menos hasta noviembre para poder votar el acuerdo en Sala.

Heraldo Muñoz, principal defensor del acuerdo

En Chile, uno de los principales defensores del TPP11 es el excanciller Heraldo Muñoz. Contactado por este medio, el otrora ministro de Michelle Bachelet destacó que el principal cambio que acarrearía la firma del tratado sería la mejora arancelaria de Chile con los países del bloque.

Así, agrega que los principales sectores beneficiados con el acceso al TPP-11 serían el agropecuario, agrícola y forestal.

Otro beneficio importante, según el diplomático, “es la creación de cadenas de valor”.

“En el horizonte del mediano plazo el país podría empezar a pensar en exportar no solo materias primas, sino que también productos elaborados”, sostiene Muñoz.

Desde ya, el experto en relaciones internacionales afirma que “ninguna disposición del TPP-11 limita o prohíbe la creación de empresas del Estado o empresas públicas”. Esto incluiría, dentro de los acuerdos que “ni siquiera la entrega de subsidios a las empresas públicas estará prohibido”.

Además, sobre los comentarios que aluden a la perdida de soberanía con este proyecto, el excanciller afirma que “todos los tratados comerciales limitan en alguna medida y voluntariamente la soberanía económica a cambio de ventajas”. Pero, argumenta que “la crítica de que el TPP-11 erosiona la soberanía es totalmente infundada”. Pues, según su visión, nada en el tratado podría restringir la autonomía del país para aprobar leyes, establecer regulaciones o en definitiva implementar políticas públicas.

“Tanto es así, que una eventual implementación del TPP11 significaría cero cambios legislativos”, sentencia.

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Pese a lo mencionado por Muñoz, el senador independiente, Karim Bianchi, manifiesta su postura en contra del proyecto.

Consultado por BBCL, el congresista comenta que este acuerdo “no sólo cede soberanía sino que está limitando cualquier política pública futura”.

A su parecer, “con el TPP no hay cambio de sistema de pensiones, ni ningún derecho social que hoy está en mano de transnacionales”.

“No es un tratado, es cómo Chile se relaciona con las transnacionales”, asegura Bianchi.