El viernes fueron publicados en el Diario Oficial los decretos con los cuales se fijan los límites en los mares australes de Chile, una actualización de la Carta 8.

La decisión causó el inmediato rechazo de Argentina.

A tal punto llegó la molestia que el canciller transandino, Felipe Solá, acusó a nuestro país de tener “una vocación expansiva” al fijar su plataforma continental en una zona que se superpone a los límites válidos allende los Andes.

Desde Brasil, el canciller Andrés Allamand salió a poner paños fríos a la situación, que está dominada por dimes y diretes.

“Chile favorece un diálogo razonado y constructivo con la República Argentina, le parece inoficioso entrar en mayor debate público”, dijo el jefe de la diplomacia nacional en un video difundido en sus redes sociales.

“Sin embargo, es importante dejar en claro que las autoridades argentinas fueron debidamente informadas en forma preliminar de la actualización de la Carta 8 y de su implicancia para la media luna”, agregó.

Sumado a ello, Allamand también dijo que es importante recordar que “en 2009, 2016 y 2020 Chile le manifestó a la República Argentina que su pretensión era inoponible, haciendo reserva de sus derechos”.

En medio de la controversia, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, el diputado Jaime Naranjo (PS), llamó a ambas Cancillerías a no contribuir a una escalada de declaraciones cruzadas que causen un conflicto aún mayor.

De esta manera, pidió un comportamiento correcto de parte de ambos organismos y que se busque una solución, abrir mesas de diálogo y mejorar el camino para destrabar los nudos, dejando de lado dichos que puedan aportar a un mal ánimo.