Estudiantes de liceos emblemáticos afirmaron que los colegios no cuentan con la infraestructura para un retorno presencial masivo; mientras que directores de escuelas que han reabierto, descartaron que la solución pedagógica sean las clases híbridas.

Siete son en total los grupos de trabajo que analizan una propuesta para un retorno presencial seguro a las escuelas y que busca considerar la realidad de los distintos niveles educativos, considerando sus particularidades.

En su primera semana de reuniones, ya se han planteado algunas iniciativas, como horarios diferidos para el ingreso a clases, buses de acercamiento de uso exclusivo para estudiantes, garantizar la conectividad de internet en los colegios y a los alumnos, además de protocolos sanitarios elaborados en conjunto con las comunidades.

Esteban Rodríguez, vicepresidente del Centro de Estudiantes del Instituto Nacional, indicó que de acuerdo a la información levantada en los consejos de curso, la jornada de la tarde – que la integran los 7° básicos a 1° medio – se inclinó por no retornar a la presencialidad; lo que varió en la jornada de la mañana, donde los segundos a cuartos medios prefieren las clases presenciales.

Sin embargo, y producto de la infraestructura del emblemático liceo, cuyos bancos están fijados al piso, no cuentan con la posibilidad de hacer clases híbridas, planteando además la necesidad que se implementen buses de acercamiento para las escuelas.

“Podríamos tener todas las ganas del mundo para tener sistema híbrido, pero necesitamos el acceso a internet, tenemos sólo una sala con internet, que es la sala de profesores”, indicó.

El número de cursos por nivel, que en el caso del Instituto Nacional es de 17, es sin duda uno de los principales obstáculos de los liceos emblemáticos para un retorno masivo.

Anabeli Araneda, representante de los segundos medios del Liceo 1 Javiera Carrera, sostuvo que en su caso son 12 cursos por nivel, con un promedio de 42 alumnas por sala, lo que hace prácticamente imposible retornar masivamente a la presencialidad, además de otros problemas de infraestructura, colocando el acento en el atraso que han tenido en los aprendizajes.

Roberto Bravo, director del Colegio Inglés de Talca, señaló que la experiencia ha demostrado que las clases híbridas no es el mejor método en pandemia, tanto para estudiantes como profesores, relevando la importancia que la escuela esté abierta.

Por su parte, Maritza Cottene, directora del Colegio Parroquial Santa Rosa de Lo Barnechea, aseguró que las clases híbridas implican una metodología distinta que requiere mayor flexibilidad del Mineduc, agregando que uno de las claves para el retorno es la participación de los apoderados y estudiantes.

En la educación parvularia, en tanto, una de las principales inquietudes apuntan a resguardar los aforos y mantener la distancia física con los niños que necesitan asistencia y ayuda, además de la dificultad de mantener ventilados los recintos, más aún en período invernal, ante las bajas temperaturas y la falta de calefacción en los establecimientos.