La oposición trabaja contra el tiempo para buscar acuerdos entre los distintos partidos de cara a la elección de convencionales constituyentes, antes del 11 de enero, cuando vence el plazo para presentar candidatos.

Entre los puntos en común está la apertura a la unidad y que esto se traduzca en dos listas, una decisión estratégica tomando en cuenta que en una lista no podrían entrar todos y en más de dos se podría favorecer a Chile Vamos.

En el Frente Amplio, las diputadas de Revolución Democrática Natalia Castillo y Catalina Pérez, esta última presidenta de la colectividad, llamaron a la unidad programática.

Lo anterior es bien visto por el presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín, quien precisamente asegura que es necesaria la unidad, aunque continúa con sus críticas al Partido Comunista.

Al respecto, la diputada del PC, Carmen Hertz, reconoció que tiene más cercanía con el Frente Amplio que con una parte de la DC.

Para la directora del centro de estudios MORI, Marta Lagos, la unidad y la lista única debiera ser una obligación para la oposición, ya que a su juicio, solo así se puede representar en algo la opinión de quienes participaron del plebiscito.

Sin embargo, fuentes consultadas aseguran que si es que se llega a concretar una unidad formal y pública, se presentarían dos listas: una con el PC y el Frente Amplio y otra entre la exConcertación con el PRO.

Por ahora, eso sí, son solo especulaciones ya que en el Partido Comunista, por ejemplo, ponen como condición mínimos denominadores comunes para hablar de un acuerdo.