Pedro Pablo Errázuriz, presidente de la Empresa Ferrocarriles del Estado y miembro del directorio de Nuevo Pudahuel, que administra el aeropuerto Arturo Merino Benítez, descartó renunciar a este último cargo y aseguró que todo lo que ha hecho está dentro de los márgenes legales.

Esto, luego de que se revelara su doble militancia en medio de la tensión que existe entre el Ministerio de Obras Públicas y la concesionaria del principal aeropuerto del país, que exige el pago de US$164 millones por concepto de perjuicios como consecuencia de un supuesto retraso en la revisión y aprobación de los proyectos de ingeniería.

Además, actualmente existe la discusión sobre el proyecto de tren rápido Santiago-Valparaíso para la cual dos empresas presentaron sus alternativas, las que fueron declaradas de “interés público”. Una de estas pasa por el Aeropuerto de Santiago y la otra no.

Errázuriz aseguró que no renunciará al puesto que ostenta en ambos directorios e indicó que las revisiones legales que se hicieron antes de asumir en Ferrocarriles del Estado no detectaron alguna advertencia.

Eso sí, afirmó que ha tomado los resguardos para evitar acusaciones de probidad. Respecto de otros conflictos de intereses, afirmó que pueden existir, pero subraya que está tranquilo ya que todos están informados a la autoridad correspondiente.

Radio Bío Bío se contactó con Errázuriz, y estas fueron sus respuestas.

¿Estaba en conocimiento de la decisión de Nueva Pudahuel?

“A mí me gustaría decir dos cosas respecto a eso. Lo primero es que, junto con ser director de EFE, soy director de algunas empresas privadas, y en ese sentido en mi declaración de interés está muy claro en cuales estoy involucrado y expresamente lo hago público de modo que haya conocimiento de ese potencial conflicto y adicionalmente me abstengo de participar en aquellas oportunidades en que pueda haber un conflicto. Voy más allá de lo estrictamente legal, porque me parece que en este tema hay que ser sumamente cuidadoso”.

“En particular respecto al tema Nueva Pudahuel, yo estoy absolutamente fuera del proceso de discusión entre la concesionaria o la constructora y el MOP. Yo no participo de ese proceso, pero adicionalmente en este caso particular el que plantea la diferencia no es la concesionaria, donde yo soy director, sino la constructora donde no participo y que es un contratista de la concesionaria. Es la constructora la que tiene diferencia respecto a los plazos y al presupuesto. Adicionalmente, estoy completamente fuera para generar la tranquilidad de que no haya ningún potencial conflicto”.

En este contexto y al estar en una empresa pública, como es EFE, ¿usted descarta categóricamente cualquier tipo de conflicto o relación que pueda generar un conflicto de interés?

Yo creo que en eso hay que ser sumamente cuidadoso, independiente que si hay o no hay conflicto (…) puesto que se trata de una discusión bastante técnica. Creo que hay que ser súper cuidadoso y estar fuera de los procesos de modo de que no haya ningún riesgo real, y también desde el punto de vista de la opinión pública.

¿No cree que podría haber ahí un punto de cuestionamiento, respecto a esta doble militancia, es decir, estar en una empresa pública y privada?

Yo creo que sí, yo creo que efectivamente hay que ser cuidadoso y hay que declarar públicamente cuando uno está, y esto también pasa en el mundo privado donde hay directores que están en más de una empresa, pero lo importante es que usted lo declare a tiempo y que en la eventualidad de que haya un conflicto se abstenga de opinar o de participar en las votaciones. Yo creo que hay que ser cuidadoso en eso, esa es una fuente de preocupación. En ese sentido informarlo públicamente es principal.

En el caso de Nuevo Pudahuel, ¿usted no ha analizado dar un paso al costado pensando en el conflicto que se vive con el Gobierno?

Es que yo no voy a participar en ese proceso, y en el aeropuerto tienen un montón de desafíos más. Tiene que subir, cumplir los estándares de calidad que se plantearon, tienen relaciones con las líneas aéreas, tienen un mundo de temas en la gestión en donde yo participo activamente de opinar. Y eso es una circunstancia que a uno le toca cuando es director y lo que hay que hacer es ser bien transparente y no participar en las cosas donde no deba participar.

¿No ha pensado dejar Nuevo Pudahuel?

No, no lo he pensado como una posibilidad, no me parece que sea necesario ya que puedo contribuir mucho en tener un mejor aeropuerto, y simplemente hay que ser cuidadoso de estar fuera de aquellas cosas donde hay potenciales conflictos. Como le digo, yo estoy en otras empresas que también pueden tener una dificultad de este tipo y hay que ser cuidadoso, de avisar a tiempo y abstenerse de participar.

¿Usted ha hablado con el Ministerio de Obras Públicas?

No, sobre este tema no hemos hablado con el ministro, ni he conversado sobre el conflicto, porque efectivamente yo no participo de este proceso. Entonces, no.

¿En qué otra empresa en que participa como director puede tener un conflicto?

Bueno, en este momento no tengo ninguna otra situación que esté activa, pero se podrían activar. O sea, el hecho de que uno participe en una empresa de tecnología, siempre la tecnología está presente en todo, entonces hay que ser cuidadoso de que no haya, de que no se pueda generar un potencial conflicto, y si eso ocurre, salirse del proceso.

En este minuto no hay ninguna cosa activa.

¿En la Contraloría ustedes preguntaron sobre si había algún conflicto?

Sí. Cuando yo asumí el cargo chequeamos si es que había incompatibilidades. De hecho, yo había sido parte de la directiva de Evópoli y era importante no ser parte de la directiva para poder asegurar independencia total respecto del mundo político. Pero claro, hicimos un chequeo total de aquellas cosas que podrían haber sido relevantes.

En la Contraloría interna de EFE, ¿no le dijeron nada, no hay ninguna advertencia?

No. Nosotros hicimos una revisión legal con el equipo de EFE, y tenemos la tranquilidad de que está todo bien. Pero lo más importante es que la decisión legal es la de hacer las cosas bien. Uno siempre tiene que ser cuidadoso, en ese sentido alertar y poner en conocimiento de todo el mundo la participación que uno tenga en actividades que pudieran tener potenciales conflictos.

El análisis legal que hicieron, ¿fue validado por el Ministerio de Transportes?

No, no creo, no estoy seguro. Esto pasó hace más de un año, pero fue analizado por el equipo competente. No me acuerdo si lo miró o no lo miró el Ministerio de Transporte, no me parece que tenga un rol en ese ámbito.

¿Quién fue el abogado que hizo ese análisis?

Perdón, sería mentir si le tuviera que dar el nombre ahora, pero se hizo un chequeo.

¿Pero eran abogados de EFE?

Si, eran abogados de EFE, pero, además, yo tengo asesores míos que también lo revisaron.