Este martes, la diócesis de Calama entregó antecedentes a la Fiscalía sobre los supuestos abusos sexuales a un menor, cometidos por un presbítero, en un nuevo escándalo que golpea a la Iglesia Católica.

En julio pasado, la diócesis de Calama inició una investigación sobre las denuncias en contra del sacerdote Jordi Jorba Navarro, quien habría abusado de un menor en 2003, cuando tenía a su cargo la Parroquia Asunción de la Virgen de esa ciudad, según indicó un comunicado de la iglesia.

Tres meses después y concluida la investigación, “los antecedentes respectivos fueron puestos a disposición de la Fiscalía local”, indicó la nota.

Los informes también fueron enviados a la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano, organismo que analiza los casos de pederastia al interior de la Iglesia. “Deberá pronunciarse sobre el fondo de esta investigación”, agregó el comunicado.

Actualmente, Jorba Navarro está suspendido de sus tareas sacerdotales, y está prohibido de celebrar misas mientras se aclare esta situación.

“La Iglesia de Calama reafirma su más absoluto compromiso con la verdad y la justicia, en la convicción de que, con esta actitud se contribuye a sanar las heridas ocasionadas por los abusos, sexuales, de poder y conciencia por parte de algunos consagrados”, sostuvo el documento.

Hasta ahora, el papa Francisco ya aceptó la renuncia de siete obispos chilenos, expulsó del sacerdocio a otros dos obispos eméritos y a los sacerdotes Karadima y Cristián Precht.

En paralelo, se mantienen en la justicia 119 causas abiertas por casos de abusos cometidos o encubiertos por obispos y sacerdotes.