El Gobierno de los Estados Unidos anunció este miércoles la creación de un fondo externo para gestionar reservas afganas por valor de 3.500 millones de dólares tras determinar que no puede confiar en la gestión que puedan realizar los talibán en caso de que los fondos sean descongelados.

El gobierno estadounidense anunció este miércoles la creación de un fondo en Suiza para gestionar 3.500 millones de dólares de reservas de Afganistán, congelados en Estados Unidos desde que los talibanes llegaron al poder en agosto de 2021.

El nuevo fondo ubicado en Ginebra asumirá funciones propias de un banco central, como el pago de servicios de la deuda externa afgana y de las importaciones de electricidad del país, pero en el futuro podría recibir otras misiones como la impresión de moneda, indicaron responsables estadounidenses.

En cambio, el fondo no se ocupará de la ayuda humanitaria ni de los salarios de los empleados públicos, precisaron.

Esta decisión ocurre después del fracaso de las negociaciones entre los talibanes y la administración estadounidense para desbloquear unos 7.000 millones de dólares congelados desde hace 13 meses en Estados Unidos.

En una carta al banco central de Afganistán, el secretario adjunto del Tesoro estadounidense, Wally Adeyemo, le reprocha que no haya demostrado su independencia de los talibanes, que no haya respetado su antiguo compromiso de financiar la lucha contra el terrorismo y que no haya nombrado un observador externo fiable.

“Mientras estas condiciones no se cumplan, enviar activos al DAB los colocará en situación de riesgo inaceptable y comprometerá sus opciones de beneficiar al pueblo afgano”, dijo Adeyemo usando el acrónimo del banco central afgano.

El fondo en Ginebra contará con un consejo de administración de cuatro miembros: dos economistas afganos sin vínculos con los talibanes nombrados por Washington, un representante del gobierno estadounidense y otro del gobierno suizo.

Estados Unidos afirmó que la mayoría de las reservas se preservará y se gestionará “de forma responsable” hasta que la situación cambie, indicó un alto responsable.

Washington congeló 7.000 millones de dólares del banco central afgano depositados en Nueva York tras la caída del gobierno prooccidental en Kabul y el ascenso de los talibanes en agosto de 2021.

En febrero, el presidente Joe Biden mostró su deseo de destinar la mitad de esas reservas a indemnizar las familias de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Aunque protestaron por la congelación, los talibanes abrieron negociaciones con Washington para desbloquear estos fondos después de un terremoto en junio en el este del país que causó más de mil muertos.

En agosto estas conversaciones descarrilaron después de que el ejército estadounidense abatiera en agosto al jefe de Al Qaida, Ayman Al Zawahiri, en Kabul, lo que se interpretó en Washington como prueba de que los talibanes mantenían vínculos con el grupo yihadista.