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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, reiteró su compromiso en la lucha contra la corrupción, denunciando que el informe de la Guardia Civil sobre prácticas corruptas de un miembro del PSOE es utilizado por la derecha para desestabilizar al gobierno. Sánchez pidió disculpas por el caso de Santos Cerdán y afirmó que el PSOE actuó con firmeza. Destacó que el Ejecutivo no conocía el informe previo a su publicación mediática y criticó la instrumentalización política del mismo. Sánchez llamó a un debate constructivo y resaltó la diferencia en la gestión de la corrupción entre su partido y el Partido Popular, acusando a este último de proteger a los corruptos.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aseguró este martes que el Ejecutivo seguirá adelante, luchando contra la corrupción, y criticó que se utilice “al servicio de un intento deliberado de la derecha para derribar a un gobierno legítimo” el informe de la Guardia Civil sobre presuntas prácticas corruptas de uno de los hombres fuertes del partido socialista.

En una carta dirigida a los militantes socialistas, Sánchez vuelve a pedir perdón por el caso del exsecretario de Organización del Partido Socialista Santos Cerdán -uno de los hombres de confianza del presidente del Ejecutivo- y subraya que el PSOE “desde el primer momento” ha actuado con “contundencia” sin “matices ni ambigüedades”.

Sánchez se refería al informe de la Guardia Civil que apunta que Cerdán gestionó comisiones a favor del exministro y también exsecretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García, un escándalo que ha sacudido al Gobierno y puede amenazar la continuidad de la legislatura.

El presidente señaló que el Gobierno no conoció el contenido del informe de la Guardia Civil sobre Cerdán hasta que varios medios lo publicaron, algo que demuestra que “el poder ejecutivo no interfiere en investigaciones que dependen del poder judicial, como sí ocurrió en buena parte de la década pasada”.

Por el contrario, escribió Sánchez, lo que sí es “censurable” es que se haya puesto el contenido de ese informe “al servicio de un intento deliberado de la derecha para derribar a un gobierno legítimo”.

Sánchez reconoció que “ningún partido está a salvo de la infamia de la corrupción”, pero insistió en que la diferencia está en “cómo se reacciona ante ella”.

Volvió a señalar al conservador Partido Popular -líder de la oposición- para subrayar: “Nosotros expulsamos a quienes nos fallan; otros los protegen”.

Con todo, dijo a la militancia que ante “el momento difícil” que atraviesa el PSOE, no deben “perder la perspectiva” ya que “no hay un sistema podrido cuya reforma haya que abordar políticamente” sino una democracia que “se defiende de los casos de corrupción, con la ley y la justicia”.

“La corrupción se combate con mejores medios y las herramientas adecuadas. Y eso es lo que haremos, apelando una vez más al debate sereno con quienes quieran sumarse a él para aportar y mejorar”, compartió, al tiempo que considera que si la derecha no quiere participar en ese debate es porque su prioridad es otra: “Derribar al Gobierno al precio que sea”.

Sánchez se refirió a los retos que enfrentan el país y el Gobierno “que no se resuelven ni con titulares ni con linchamientos” y para los que el Ejecutivo obtuvo “la confianza mayoritaria del parlamento”.

En el cierre de su carta, el presidente reconoció que la decepción tras el caso de Cerdán es “enorme” pero recordó que el PSOE se enfrenta a una operación de “demolición moral”.

“La mejor forma de salir de esta prueba es recordando por qué estamos aquí. No hemos venido a ocupar sillones. Hemos venido a mejorar la vida de la gente (…) Cuenten conmigo, yo cuento con ustedes”, cerró.