Rusia ha tomado nota del llamado hecho por el presidente electo de Estados Unidos (EE.UU), Donald Trump, sobre un alto al fuego inmediato en Ucrania y el lanzamiento de negociaciones para poner fin a la guerra. Sin embargo, no cree que Kiev quiera negociar, según expuso este lunes el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
“Leímos con atención las declaraciones hechas por el presidente electo de EE.UU, Donald Trump, tras su reunión en París con (el presidente de Francia, Emmanuel) Macrón y (el presidente de Ucrania, Volodímir) Zelenski”, afirmó Peskov, según Interfax.
El representante del Kremlin recalcó que la posición de Rusia respecto a Ucrania “es bien conocida” y sus condiciones fueron enunciadas a mediados de año por el presidente ruso, Vladímir Putin. En este sentido, no obstante, “es justamente Ucrania quien ha rechazado y sigue rechazando las negociaciones”, acusó.
“Para tomar el camino de la paz a Zelenski le bastaría con revocar su decreto (que prohíbe las negociaciones con Rusia) y ordenar la reanudación del diálogo sobre la base de los acuerdos de Estambul y tomando en cuenta la realidad en el terreno”, añadió.
Peskov cuestionó el número de bajas de Ucrania y Rusia enunciadas por Trump, señalando que se trata de “una interpretación ucraniana”. “Las cifras reales son totalmente distintas”, aseguró.
“Las bajas ucranianas superan varias veces las bajas de la parte rusa”, zanjó.
El llamado de Trump sobre alto al fuego entre Rusia y Ucrania
Trump pidió este domingo un “alto el fuego” inmediato en Ucrania y el lanzamiento de un proceso negociador que ponga fin a la guerra lanzada por Rusia contra ese país.
Horas después de reunirse en París con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en un encuentro en el Palacio del Elíseo junto al jefe del Estado francés, Emmanuel Macron, Trump envió a través de su red social Truth Social un mensaje claro sobre su opinión de ese conflicto.
Según el presidente electo, Rusia habría perdido “cerca de 600.000 soldados” muertos o heridos “en una guerra que nunca debería haber comenzado”, mientras que Ucrania habría sufrido la pérdida de 400.000 soldados “y muchos civiles más”.