El primer ministro italiano, Mario Draghi, perdió hoy los apoyos parlamentarios suficientes para gobernar, tras el abandono en el Senado de sus antiguos socios de coalición, el Movimiento 5 Estrellas y la derecha de Silvio Berlusconi y Matteo Salvini.

Draghi ganó la moción de confianza votada este miércoles en la Cámara Alta, pero con la ausencia del M5S, la Forza Italia (FI) de Berlusconi y la Liga de Salvini, perdió la mayoría parlamentaria. De los 320 escaños que hay en el Senado recibió 95 votos a favor -y 38 en contra-, aunque la gran mayoría decidió no votar.

Algunos senadores del M5S, en vez de abandonar la cámara, se declararon “presentes no votantes” para que se pueda alcanzar el quórum, pues lo contrario no tendría precedentes en una moción de confianza a un Gobierno italiano.

El primer ministro abandonó el senado tras conocer las intenciones de sus socios y se espera que ahora acuda ante el jefe del Estado, Sergio Mattarella, ante quien dimitió la semana pasada pero que congeló su renuncia hasta debatirla hoy en el Parlamento.

Pocos minutos antes, constató Il Corriere Della Sera, el senador del partido Italexit concluyó su discurso afirmando que “ya tuvimos suficiente de primeros ministros designados”, a lo que Draghi contestó desde su asiento exclamando “¡Cierto!”.

El secretario general del Partido Demócrata, Enrico Letta, que apoyó a Draghi, lamentó “este día de locura en el que el Parlamento decidió ponerse en contra de Italia” y previó un adelanto electoral.

“Nosotros hemos hecho todo lo posible para evitarlo y apoyar al Gobierno de Draghi. Los italianos demostrarán en las urnas que son más sabios que sus representantes”, escribió en Twitter.

Draghi encabeza una coalición de unidad nacional desde febrero de 2021 en la que estaban casi todos los partidos del hemiciclo, excepto el ultraderechista Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni.

La semana pasada la crisis se desató en su coalición después de que el M5S no votara una moción de confianza, desmarcándose del resto de sus socios, lo que empujó a Draghi a dimitir.

Sin embargo, el presidente Mattarella rechazó su renuncia y le emplazó a buscar una solución en el Parlamento, lo que ha empezado hoy, pero esta misión fue imposible por el enfrentamiento entre la derecha y el M5S.

Pues aunque Berlusconi y Salvini tendían la mano al primer ministro para seguir en la coalición, lo hacían con la condición de que se excluyera al M5S, algo a lo que Draghi no estaba dispuesto, pues aspiraba a conservar la misma mayoría para agotar la legislatura, en marzo de 2023.

Los medios adelantan que Draghi esperará a que concluya la votación en el Senado para acudir al romano Palacio del Quirinal, sede de la Jefatura del Estado, y abordar la situación con Mattarella, que tendría entonces la llave del asunto.

Si Draghi formaliza finalmente su dimisión, el jefe del Estado podría encargarle buscar otra mayoría parlamentaria para agotar la legislatura, otorgar esa misión a otra figura técnica o política o convocar elecciones anticipadas.

Una opción, esta última, especialmente exigida por Meloni, sola en la oposición y primera fuerza del país según la mayoría de las encuestas y que Berlusconi y Salvini, socios suyos en los últimos comicios, ven con buenos ojos.

En los últimos días, sindicatos, patronales, numerosas asociaciones de toda índole e incluso la Iglesia católica habían animado a la continuidad de Draghi debido a la crisis económica, energética y social en curso.