La Justicia alemana condenó este martes a 12 años y seis meses de prisión a una madre que abusó y ofreció durante más de dos años a su hijo de actualmente 10 años a través de la “Darknet” (Internet profunda), una parte de la red que facilita el anonimato, donde una serie de hombres pagaron para poder violarlo.

Los jueces del Tribunal Regional de Friburgo sentenciaron también a su antiguo compañero a doce años de cárcel, seguidos de prisión preventiva. Además, los dos condenados pagarán un total de 42.500 euros en concepto de daños y perjuicios al niño y a otra víctima, una niña.

La madre, de 48 años, y su pareja, de 39 años, con antecedentes penales por abuso infantil grave, confesaron durante el juicio el delito.
El caso se destapó gracias a un informe anónimo que recibió la Policía en septiembre de 2017.

El menor sufrió abusos y violaciones durante más de dos años por parte de su propia madre y de su pareja, los dos alemanes. Además, ofrecieron a su hijo a través de la “Darknet” para violaciones y lo vendieron a otros hombres. La activa participación de la mujer contra su propio hijo es algo inusual en este tipo de delitos.

En parte se trató de graves delitos sexuales contra el niño, así como de prostitución forzada en casi 60 casos cada uno. Los dos también tuvieron que responder por el abuso de una niña de tres años.

Otros ocho acusados

En relación a este caso, un total de ocho personas, incluido un español, han sido acusadas por la Justicia alemana. Los hombres fueron procesados individualmente. Mientras, la madre y su pareja fueron juzgados de manera conjunta.

El español, que viene de cerca de Barcelona, admitió que había violado varias veces al niño, que entonces vivía en Staufen, cerca de Friburgo, y que pagó por ello. El español fue condenado el lunes a diez años de prisión “por catorce cargos de abusos sexuales graves, uno de violación y otro de daños, a la vez que grababa pornografía infantil”. Además, deberá pagar a la víctima una indemnización de 18.000 euros.

“Onkel Luc” (tío Luc, en alemán), como se hacía llamar el español, pagó a la madre y a su pareja más de 10.000 euros para poder abusar del menor. De acuerdo con la Fiscalía, desde principios de septiembre de 2016 hasta agosto de 2017, viajó varias veces de España al sur del estado federado de Baden-Württemberg, donde alquiló apartamentos vacacionales para perpetrar el delito.

La madre del niño y su pareja participaban en los abusos, indicó durante el juicio la fiscal Nikola Novak. El niño fue humillado, insultado, atado, enmascarado y se abusó de él, detalló. El hombre se hizo pasar por un pediatra italiano que vivía en Bélgica, dijo Novak. Filmó el abuso y vendió estas películas posteriormente a través de la “Darknet”, agregó la fiscal.