Una investigación interna exoneró a los dos policías de Buffalo (Nueva York) en EEUU que en el verano de 2020 empujaron durante una manifestación a un anciano, quien resultó gravemente herido.

El hecho se convirtió en una imagen simbólica de las protestas en Estados Unidos contra el racismo y la violencia policial.

El episodio, que generó una fuerte polémica en el país, fue recogido en un vídeo en el que podía verse cómo los agentes antidisturbios empujan al hombre de 75 años, que se golpea la cabeza y queda inmóvil en el suelo mientras sangra por un oído.

Casi dos años después, un árbitro nombrado por las autoridades locales determinó que los policías hicieron un uso “absolutamente legítimo” de la fuerza.

Esto, dando total validez a la versión de los agentes, según un informe del que hoy se hicieron eco medios locales.

El árbitro considera que no se puede ver al anciano como un “espectador inocente” y concluye que perdió el equilibrio porque llevaba varios objetos en la mano, por su edad avanzada o por la sorpresa de que los agentes le apartasen del camino.

Entre otras cosas, el informe incluye explicaciones ofrecidas por uno de los policías, que aseguró que temía que el hombre tratase de tomar su arma o pudiese contagiarle la covid-19, y que subrayó que el uso de la fuerza fue “mínimo”.

Exoneran a policías en EEUU

La víctima, Martin Gugino, que entonces tenía 75 años, sufrió una fractura en el cráneo, una lesión cerebral y pérdida auditiva, según sus abogados.

Su caso se convirtió en uno de los más comentados durante los tensos meses de 2020.

Estados Unidos fue escenario de grandes protestas contra el racismo y la violencia policial a raíz de la muerte del afroamericano George Floyd.

El entonces presidente de EEUU, Donald Trump, llegó a hacer comentarios sobre el episodio. Lo anterior, alimentando la teoría difundida por medios de ultraderecha de que Gugino podía ser un “provocador” del movimiento de corte anarquista Antifa.

Los dos policías de Buffalo fueron inicialmente imputados por la supuesta agresión, pero luego un gran jurado rechazó seguir adelante con los cargos.

El Departamento de Policía de la ciudad les suspendió inicialmente sin empleo y sueldo, aunque tras 30 días recuperaron su paga pese a no volver al servicio hasta hoy. Esto, después de haber sido exonerados definitivamente en la investigación interna.