El Departamento de Estado estadounidense tiene hasta 60 días, contando a partir de este miércoles, para decidir si extraditará o no al expresidente panameño Ricardo Martinelli, requerido en su país por espionaje, informaron sus abogados.

Hasta entonces “permanecerá detenido” en una prisión en Miami, dijo la abogada Inna Shapovalov en una conferencia de prensa en esta ciudad del sur del estado de Florida.

La semana pasada, el expresidente de 66 años renunció a continuar defendiéndose en el sistema judicial y se sometió a la decisión del Ejecutivo, argumentando que el pedido de extradición es una “vendetta” política de su exvicepresidente, y actual presidente, Juan Carlos Varela.

Shapovalov informó que sometió un documento de 430 páginas al Departamento de Estado donde pide al secretario Mike Pompeo “que ejercite su discreción para negar el pedido de extradición de Panamá porque está motivado políticamente”.

“Si regresa, a Martinelli probablemente le será negado un juicio justo”, prosiguió la abogada, “y existe la posibilidad de trato inhumano por parte de autoridades panameñas, y es probable que sea sujeto a tortura”.

La abogada añadió que apoyó su caso ante Pompeo recordándole las ocasiones en que Varela mostró “falta de compromiso” con los intereses de Estados Unidos, y puso como ejemplo la ruptura de relaciones con Taiwán y el restablecimiento de relaciones con Venezuela.

En una carta pública divulgada por los abogados de Martinelli la semana pasada, el expresidente (2009-2014) enumeró en cambio las ocasiones en que él hizo “favores” a Estados Unidos.

“Cuando la CIA me pidió que interceptara un barco norcoreano que estaba dejando Cuba y cruzaba el canal de Panamá, yo no pestañeé”, escribió.

Tras exiliarse en esta ciudad en 2015, Martinelli fue detenido el 12 de junio del año pasado. Dos meses después, un juez federal lo halló extraditable, una decisión que ratificó en enero de este año un tribunal mayor.

El expresidente fue pedido por la justicia panameña porque está acusado de malversar fondos para crear una red de espionaje que alcanzó a 150 personas durante su mandato.

Pero en Panamá la justicia lo investiga por más de una veintena de otros casos de corrupción. Ninguno de ellos está vinculado al pedido de extradición, razón por la cual Martinelli, en su carta, pide acogerse a la “cláusula de especialidad” del tratado de extradición de 1905.

Esta cláusula garantiza al extraditado que será procesado en su país sólo por los delitos por los que fue pedido en extradición.