Cinco miembros de una familia de ocho integrantes fallecieron, luego que el vehículo que conducían desbarrancara en la costa del norte de California, temiéndose que los tres desaparecidos, todos menores, también hayan muerto.

Las dos adultas fueron identificadas como Jennifer y Sarah Hart, ambas de 38 años y madres adoptivas de Markis, de 19 años; Jeremiah y Abigail de 14 años, cuyos cadáveres fueron encontrados junto al auto, en un roquerío, según consignó el New York Times.

En tanto, Devonte, de 15 años; Hannah, de 16; y Sierra, de 12, permanecen desaparecidos, y, según la policía californiana, estarían muertos.

“Tenemos todas las pistas para creer que los seis niños estaban en el auto. No obstante, sólo tres cuerpos han sido recuperados”, explicó el sheriff Tom Allman.

La relación de los jóvenes con sus madres ya había despertado sospechas en la comunidad donde residían, puesto que en varias ocasiones, Devonte, había pedido comida a sus vecinos.

Es el caso de Dana DeKalb, quien dijo al medio KGW, que el menor le relató como sus madres les restringían la alimentación como castigo, impidiéndoles también el tener contacto con el exterior.

Fue esta misma vecina de la localidad de Woodland, quien denunció a las jefas de la familia ante el Servicio de Protección a Menores, quienes visitaron en reiteradas ocasiones el domicilio de los Hart, sin tener respuesta.

El vehículo fue encontrado por un transeúnte que se detuvo en la carretera y se percató de la presencia del SUV y los cadáveres que yacían hacia el exterior, todo ello a 800 kilómetros de su hogar, por lo que, se presume, podrían haber estado huyendo.