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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El Parlamento de Venezuela aprobó un proyecto de asociación estratégica con Rusia, destacando la hermandad y cooperación entre ambos países en un momento de tensiones con Estados Unidos. El tratado promueve un orden mundial justo y multipolar, basado en el respeto a la soberanía y el diálogo político de alto nivel. Esta acción se da en medio de la presencia militar estadounidense en el Caribe, justificada por Washington como medida antidrogas pero criticada por Caracas como un intento de cambio de régimen.

El Parlamento de Venezuela, controlado por el régimen chavista de Nicolás Maduro, aprobó este martes un proyecto de asociación estratégica y cooperación entre el país caribeño y Rusia, en un momento de crecientes tensiones con Estados Unidos (EEUU).

Es la expresión de la hermandad, la expresión de una manera diferente de relacionarse los pueblos y los Gobiernos, la expresión de la cada vez más sólida y persistente condición de amistad, hermandad y de cooperación entre el Gobierno de la Federación Rusa y el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela”, indicó el presidente del Legislativo, Jorge Rodríguez, en la sesión ordinaria, transmitida por el canal estatal ANTV.

A su juicio, las relaciones entre ambos países son cada vez más sólidas y fructíferas para los ciudadanos.

Durante la presentación de este texto, titulado ‘Ley Aprobatoria del Tratado de Asociación Estratégica y Cooperación entre Venezuela y Rusia’, no se ofrecieron detalles sobre su contenido.

El pasado 18 de septiembre, el Parlamento hizo una primera discusión de este proyecto, que se presenta, de acuerdo al diputado chavista Roy Daza, en un contexto que “tiene que ver con el nuevo momento de la geopolítica del mundo”.

Asociación estratégica de Venezuela con Rusia incluye “respeto a la soberanía”

El documento recoge la propuesta de un “aspecto muy importante”, según explicó entonces el diputado, que es el “carácter irreversible del proceso de establecimiento de un orden mundial justo, sostenible, multipolar, basado en el derecho, en la soberanía y en la igualdad de los Estados”.

Además, dijo que el tratado “impone” en materia de cooperación un “diálogo político de alto nivel”, así como el “derecho internacional, el respeto a la soberanía, el arreglo pacífico de las controversias, el respeto a los derechos humanos y a la autodeterminación de los pueblos”.

Esta legislación se aprueba en un contexto de tensión por el despliegue militar estadounidense en el mar Caribe bajo el argumento de combatir, según Washington, el narcotráfico proveniente de Venezuela, pero que Caracas denuncia como un intento de propiciar un “cambio de régimen”.

El lunes el líder del régimen venezolano, Nicolás Maduro, informó que se inició un proceso de consultas sobre un decreto de estado de conmoción exterior, luego de que la vicepresidenta ejecutiva asegurara que el gobernante lo firmó en vista de las que califica como “amenazas” de Estados Unidos.

La funcionaria explicó que este decreto le da “poderes especiales” a Maduro para “actuar en materia de defensa y seguridad” en caso de que EE.UU. agreda a Venezuela.