En el primer cara a cara presidencial de México, la opositora Xóchitl Gálvez y oficialista Claudia Sheinbaum se enfrascaron en acusaciones directas de corrupción y mentiras, mientras el también opositor Jorge Álvarez Máynez celebró que tras las elecciones de 2 de junio pueda ser una mujer la próxima presidenta de México.

La primera en soltar un golpe durante el primer debate presidencial organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) de México fue la aspirante de la colación opositora Fuerza y Corazón por México, quien calificó a Sheinbaum de ser “una mujer fría y sin corazón” y como “una dama de hielo”.

“Decirles (a los mexicanos) que la esperanza ya cambió de manos y, con esa esperanza, vamos a construir el país que nos merecemos”, aseveró Gálvez al llegar al debate, algo que hizo en bicicleta.

Por su parte, la candidata del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM) reviró a Gálvez y le llamó mentirosa, así como puso en tela de juicio su declaración patrimonial y el origen de sus propiedades.

Xóchitl Gálvez a su salida este domingo de las instalaciones del Instituto Nacional Electoral (INE)
Xóchitl Gálvez a su salida este domingo de las instalaciones del Instituto Nacional Electoral (INE) | EFE

“Lo que es un hecho es que hoy tenemos un presidente honesto (Andrés Manuel López Obrador), nunca podrán decir lo mismo de los presidentes del PRIAN (los partidos PRI y PAN) que representa la candidata Gálvez”, afirmó.

Sheinbaum, líder en las encuestas, prometió seguir con la creación de universidades públicas en el país, impulsar la prevención en salud como eje focal con atención casa por casa y escuela por escuela, fortalecer el nuevo sistema de salud IMSS Bienestar para atender a población sin seguridad social.

Así como impulsar también la transparencia en contratos públicos, continuar con la política de austeridad republicana en la administración pública, dispersar la riqueza desde los más pobres y una Agencia Nacional Anticorrupción.

¿Primera mujer presidenta de México?

Máynez, quien figura muy distante en los sondeos, se enfocó en darse a conocer ante los potenciales electores a su favor previo a los comicios del 2 de junio, incluso en lenguaje de señas, y prometió ser una nueva clase de político, frente a los partidos que denomino de la “vieja clase”.

También celebró la participación de dos mujeres y la posibilidad de que, después de los más grandes comicios de la historia mexicana, con más de 20.700 cargos en juego, México pueda ver a la primera mujer presidenta en su historia.

“Sin duda a ellas les costó mucho más que a mí, que a cualquier hombre, llegar hasta aquí (la candidatura presidencial) y me siento profundamente orgulloso, independientemente del partido, de lo que representan”, dijo el candidato del Movimiento Ciudadano (MC).

López Obrador dejará el poder en octubre de 2024, dado que en México no está permitida la reelección presidencial, por lo que el país celebra los primeros comicios en los que se podría elegir a una mujer como presidenta en toda su historia.

El debate, el primero de tres pactados, planteaba el desarrollo de propuestas y debates alrededor de la educación, la salud, la transparencia, el combate a la corrupción, no discriminación, grupos vulnerables y violencia contra las mujeres.

Claudia Sheinbaum(c) a su salida a las instalaciones del Instituto Nacional Electoral (INE)
Claudia Sheinbaum a su salida a las instalaciones del Instituto Nacional Electoral (INE) | EFE

Sin embargo, las propuestas no cambiaron a las hechas por los aspirantes presidenciales durante los eventos llevados a cabo en los primeros dos meses de campaña oficial en todo el territorio mexicano.

Gálvez se ha comprometido a brindar tarjetas para la compra de medicamentos y acercar el internet a estudiantes mediante tarjetas de datos y una tableta electrónica, escuelas de tiempo completo y el regreso de estancias infantiles.

Además de una beca universal para estudiantes desde el preescolar y hasta la educación media superior, que no se permitan adjudicaciones directas de contratos públicos a empresas, y la digitalización y transparencia de la cuenta pública.

El llamado a las urnas del próximo 2 de junio será el más grande en la historia mexicana, con más de 20.700 cargos públicos en juego, incluida la presidencia, la totalidad del congreso federal y nueve gobiernos estatales.