El líder militar y presidente del máximo órgano ejecutivo de Sudán, Abdelfatah al Burhan, anunció este lunes que las Fuerzas Armadas no participarán en el diálogo que están promoviendo la ONU y la Unión Africana y que dejarán que sean las fuerzas políticas las que negocien en ese foro un Gobierno civil.

El Consejo Soberano, controlado en exclusiva por los militares desde el golpe de Estado de octubre pasado, no intervendrá en el diálogo con los partidos políticos para darles a estos la oportunidad de formar un gobierno civil, dijo Al Burhan, que encabeza dicho consejo, en un discurso televisado.

“Después de la formación del nuevo gobierno, se va a disolver el Consejo Soberano y vamos a formar un Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que será responsable de las tareas de seguridad y defensa”, agregó.

El jefe de las Fuerzas Armadas sudanesas afirmó que estas no utilizarán ningún partido político para gobernar de forma indirecta el país ni se interpondrán en el camino de la transición hacia la democracia.

Manifestó, además, su esperanza en que los partidos políticos lleven a cabo “un diálogo inmediato y serio para restablecer la unidad del pueblo sudanés” y que esto “lleve a todos de vuelta a la senda de la transición democrática”.

Dicha transición quedó truncada el pasado 25 de octubre cuando los militares dieron un golpe de Estado para expulsar de los órganos de poder a la alianza de partidos políticos y organizaciones civiles con las que los compartían desde 2019, año en que el dictador Omar al Bashir fue derrocado por el Ejército tras varios meses de protestas callejeras.

Desde entonces se han sucedido las protestas contra la asonada y en favor de un gobierno civil en las que, según la oposición, han muerto 114 personas por la represión policial, nueve de ellas el pasado jueves en una de las jornadas más violentas tras el golpe.

Al Burhan afirmó que la actual crisis política y social, agravada por continuos choques tribales que tiene lugar sobre todo en la región occidental de Darfur y que han dejado cientos de muertos en los últimos meses, “amenaza la unidad y la cohesión nacionales”.

La ONU, la Unión Africana y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo en África Oriental (IGAD) están promoviendo un diálogo nacional con la implicación de todas las partes interesadas para salir de esa crisis.

El régimen militar, que hasta ahora ha incumplido la promesa que hizo tras el golpe de formar un Gobierno civil, había manifestado su apoyo a esta iniciativa, pero hasta el momento las Fuerzas de la Libertad y el Cambio, la alianza que formaba parte del gobierno de transición, se ha negado a participar.

El presidente del Consejo Soberano lamentó por último la pérdida de vidas humanas “de todas las partes” e indicó que los militares apoyarán las investigaciones para la búsqueda de justicia.