Anoche en el programa “De tú a tú” de Martín Cárcamo estuvo de invitado al joven actor Augusto Schuster, más conocido últimamente como ‘Pelao’ Schuster, quien se abrió en todo sentido para hablar de su pasado, su presente y su futuro.

Hoy por hoy, el cantante de 28 años partió comentando que tuvo que frenar todos sus planes del año 2020 y que, adaptándose a esta realidad de la pandemia, se ha dedicado a jugar videojuegos. Hoy por hoy está dedicado a ser gamer, donde confiesa que ha hecho streaming por más de 24 horas seguidas: “Siempre me ha gustado jugar y desde chico que soy como medio nerd en ese sentido, geek… estoy pegado un poco a eso”.

Tras mostrarles sus nuevos tatuajes y hacer un breve repaso por lo que fue su participación en la última teleserie de la que fue parte –interpretando a Benjamín Bennet y llevándose una ovación por la audiencia– Martín Cárcamo le preguntó a Schuster por su pasado, cuando llegó a pertenecer al elenco de Amango, serie juvenil transmitida por Canal 13 entre los años 2007 y 2009.

El invitado confiesa que en ese entonces él era un niño tímido, “lo que hice en Canal 13 con Amango fue algo que me ayudó mucho a sacar mi personalidad porque yo cuando chico no decía prácticamente nada. Me costaba mucho hablar porque me molestaban por mi voz o porque todo me daba vergüenza. Pedía permiso por todo, todo me daba cosa, no tenía personalidad”.

“¿Cómo fue llegar al Festival de Viña con Amango a los 16?”, pregunta Martín. Parte de la respuesta de Schuster sorprende al conductor al decir que “igual fue angustiante, yo creo que lo pasamos relativamente mal la mayoría, yo no sé si tengo ese recuerdo tan fresco de estar en el Festival de Viña con Amango. Para mí fue un momento épico, pero trato de acordarme y me acuerdo de esta sensación de querer vomitar, de estar para la cagada y de salir”.

Canal 13

Bullying

Martín Cárcamo ahonda en la época cuando Schuster era parte de la serie juvenil de Canal 13 y le pregunta cómo lo trataba su entorno, cómo manejó esa timidez en medio de una fama juvenil que en su momento llenaba a adolescentes para obtener un autógrafo del joven cantante.

“A mí me odiaba mucha gente en esa época porque sí, porque yo aparecía en la tele no más. Era dentro del rango de mi edad, yo tenía 15, 16 años y los cabros de esa edad me odiaban, yo no les caía bien. Me empecé a dar cuenta cuando iba a algún carrete, o una fiesta, y de repente vienen hueones a empujarte, a tirarte el copete encima. Me decían de todo, yo era literalmente –decirlo ahora no tiene ningún sentido- pero era el ‘maraco de Amango’, el pendejo de la guitarra, el de la Sirena”, dice Schuster.

Y agrega que, “siempre fui un hueón tímido, que pide permiso, que pide perdón, hablaba despacio. Entonces cuando pasan situaciones así se potencia mucho ese lado. No me daban ganas ni de salir de mi casa y eso lo sigo llevando hasta el día de hoy, soy muy casero por lo mismo. Yo creo que esa época sí tuvo que ver para que hoy día no me guste salir”.

“¿Alguna vez reaccionaste?”, pregunta Martín. Schuster responde: “Yo no soy agresivo, a mí no me gusta pelear. Nunca reaccioné. Eso generó que le tuviera como esta especie de fobia a la gente, como de llegar a un lugar, ver a gente de mi edad y decir: ‘no, prefiero ahorrarme los comentarios de estos hueones, me voy’”.

Canal 13

La muerte de su padre

Augusto Schuster tenía 11 años cuando su padre murió de un infarto al corazón; él tenía 50 años. Cuenta que su padre era una persona muy exigente y que el tipo de crianza de la que fue parte lo llevó a vivir constantemente de forma insegura, tratando de cumplir expectativas.

“Mi papá era una persona súper exigente porque así fue criado él, sin juzgarlo y en ningún sentido decir que era alguien malo, pero su figura paterna en la casa era de una persona que tenía que exigir y desde un lado del miedo, imponer desde un lado del miedo”, dice.

Tras la muerte de su padre, explica que tuvo la suerte de cambiar, a temprana edad, la manera en la que estaba siendo criado, afirmando que “siempre nos trató de dar lo mejor, esas siempre fueron sus intenciones. Al final los momentos como familia a mí no me los va a quitar nunca nadie, pero toda esa exigencia que él se daba terminó quitándome a mi papá en vida, el tratar de ser alguien que no era”.

El joven actor cuenta que junto a sus hermanas y su madre, se unieron como familia pero que su padre dejó deudas por pagar y que su madre se hizo cargo de todo.

“Mi mamá tenía tres trabajos, mi mamá se estaba matando para pagar todo lo que había que pagar. Muchas deudas de mi papá eran con sus amigos –no sé si debería de estar diciendo esto– pero mi mamá tuvo que hacerse cargo de todo, deudas de todo tipo… ni siquiera me quiero llegar a imaginar (…) Ella si que es mi heroína. Porque la vi sufrir, la vi enfermarse de hipertensión, de diabetes, muchas veces la vi en la mañana tomando 30 pastillas para poder estar mejor. Cuando yo empecé a trabajar, le daba la plata a mi mamá, ella me decía ‘no, la vamos a guardar para tus ahorros’, yo le decía que la usara, que no me interesaba”.

Canal 13

Chile país de prejuicios

En la conversación, se abre el espacio para que Augusto Schuster pueda opinar sobre nuestro país, es tajante: “El prejuicio en este país es una hueá inquietante, estamos tan divididos socialmente que hasta el tono de hablar de una persona te lleva a encasillarlo en algún lugar. El prejuicio es algo que nos sepultó y eso tiene que ver con lo que me pasó a mí, por eso que yo decidí que no iba a tener prejuicios en mi vida, al momento de conocer a alguien jamás lo voy a prejuiciar aunque me hayan hablado mal de esa persona antes. Es muy loco cómo la gente tira prejuicios para todos lados y quiere ver sus propias realidades sin ninguna empatía. Eso es lo único que nos falta, empatizar con el otro. Lo único que no podemos poner en jaque es la humanización de nosotros mismos”.

La marihuana

“¿Excesos?”, pregunta Martín. “No, excesos no… Fumo mucha marihuana, eso me mantiene muy tranquilo. No sé si la gente lo sabe o no, pero hace 5 años que fumo mucha marihuana”, responde Schuster.

Dice que no le gusta el alcohol y que fuma todos los días pero que antes, en la adolescencia, veía el consumo de marihuana con malos ojos. Cuando llegó a Los Ángeles, California, a grabar su primer proyecto musical, cuenta que se fumó su “primer primer caño”, a los 19 años.

“Como me hago cargo de decir esto acá, me hago cargo de decir que es súper importante el consumo responsable. Creo que el consumo responsable de la marihuana es muy importante porque yo tuve la suerte de empezar a fumar tarde, dentro de todo, yo tenía 22, 23, pero el desarrollo del cerebro en un ser humano es hasta los 19, 21”, confesó.

Depresión

Fue el año 2018 cuando el cantante se paró en el escenario de la Quinta Vergara para recibir la gaviota de oro. Martín Cárcamo le muestra un video para recordar el momento. Tras decir que fue una experiencia muy emocionante en su vida, el actor confiesa: “No estaba bien. Un poco antes de eso mi psicóloga me había dicho que yo tenía depresión y que estaba pasando por una etapa emocionalmente difícil. Empezó porque perdí la motivación por la vida, en general. No me quería levantar de la cama, no quería hacer nada”.

Y agrega, “Viña fue un proceso que me sacó un poco de eso porque estás dos meses preparando un show y estás 100% enfocado en eso, fue un escape. Pero igual así, me da lata el no poder disfrutarlo tanto emocionalmente en un buen estado, haberlo vivido de mejor manera. Yo me aislé, de mi pareja, de mi familia, de mis amigos, de las personas que te hacen bien y uno se aleja y se va a vivir a su propia oscuridad, a su propio mundo. Dije que si en una de esas quiero no actuar más o no cantar más, lo hago. Si eso me va a hacer feliz lo dejo, no tengo que sentir la presión ni de la gente ni de nadie para seguir haciendo las cosas que quiero hacer. Y empecé a ser más honesto conmigo mismo: tomar decisiones por mí, por las cosas que yo quiero hacer”.

Canal 13

Al borde del matrimonio

A los 22 años, Augusto Schuster estuvo a punto de casarse con la actriz argentina Bárbara Vélez, ¿realmente estuvo a punto de casarte? Dice, dudoso: “Sí y no… pero sí. Nunca quise casarme”.

Explica que la situación se volvió insostenible por una presión que sentía por parte de la familia de Vélez y que los medios contribuyeron a que todo escalara el tema muy rápido. “Estaba enamorado, viviendo solo, yo estaba perdido porque llevaba muchos años viviendo solo en Argentina, y esta relación me llevó a perderme aún más. Nos fuimos a vivir juntos y me involucré en una historia que no me compete a mí, es una historia familiar de ella, me involucré mucho y eso me llevó a vivir la presión social que vivía su familia en ese momento y se confundieron las cosas, porque yo le regalé un anillo que ella quería de la alianza de fantasía”.

Martín Cárcamo lo mira incrédulo. “Te juro, se la regalé para su cumpleaños y ahí las cosas se confundieron mucho, no de parte de ella sino también de la familia. De ahí se armó un tema mediático. Yo en mi cabeza no sabía cómo resolverlo e iba con el vuelo. En ese momento a mí me contrata Mega, entonces me vine a Chile a las primeras reuniones de pauta y ya estar acá con mi familia, con mis amigos, y estar acá un tiempo me mostró la realidad. Hablé con ella, fui a Argentina, hablamos y lo dejamos ahí. Las cosas pasan por algo”.

Vida amorosa y sexual

Tras imitar a una serie de cantantes en la casa del conductor, actor se relaja para almorzar y revela su estado amoroso actual. “No estoy en pareja desde poquito antes de la cuarentena, el año pasado. Lo sentimental, como término de pareja, siempre ha sido un tema. Me cuesta encontrar pareja. Con la Maida Müller pololeamos cuatro años, éramos chicos pero fue un pololeo súper bacán. Yo tenía 15, ella 16, hasta los 19 juntos. Fue el primer pololeo y hasta el día de hoy nos llevamos bacán, tenemos la mejor relación y ella es lo máximo, es una mina bacán”.

Martín le pregunta si le gustaría casarse, si le gustaría tener hijos. “El tema del matrimonio, por lo menos religiosamente, no siento la necesidad. Quizás una ceremonia algún día si es que encuentro una pareja con la que queramos compartir una celebración, sí obvio”. ¿Hijos? “Tampoco sé si planeo mi vida con hijos”, concluye.

“¿Cuánta importancia le das a la sexualidad?”, le pregunta Martín. “Cada vez menos. Yo pasé una etapa en la que exploré mucho sexualmente y no me trajo para nada algo satisfactorio (…) Creo que el sexo sí es importante pero… está bien explorar, que la gente lo entienda desde un lugar súper propio. Ese valor tiene el sexo para mí, más sentimental hoy en día que algo tan carnal”.

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La calvicie

El cantante y actor, cuenta que en un viaje a Rapa Nui le dieron ganas de raparse la cabeza, un cambio que dio a conocer por su cuenta de Instagram del cual dice que recibió muchas críticas pero que no le importan.

“A los 16 años salía de la ducha con pelos en la mano, me duchaba y se me caía pelo. A esa edad empecé a ir al dermatólogo, como trabaja en la tele era importante poder mantener mi pelo un par de años para poder hacer personajes, actuar”, comienza contando.

Hizo un tratamiento con un dermatólogo, tomó pastillas, “a mí, la verdad, me molestaba el estar incómodo constantemente. Todo el tiempo peinándome, preocupado de que no se me corriera el pelo, no poder bañarse en una piscina tranquilo, no tirarse al agua porque se te iba a correr el peinado. Para mí fue una liberación raparme, me cambió la personalidad, me transformé en un hue** mucho más… no sé, como que cruzas una barrera súper personal. Siempre supe que iba a ser pelado y quise luchar contra eso”.

La plata

Tras la historia de su calvicie, Schuster cuenta que fue estafado por un contador que manejaba su dinero y que perdió más de 100 millones de pesos.

“Él pedía más impuestos de los que había que pagar y tampoco pagaba el impuesto anual. A mi mamá le afectó un poquito más porque ella estaba más encima y ella consiguió al contador. Nosotros pusimos una demanda contra él y todo. Sé que la plata es importante y mueve muchas cosas y quizás hay gente que la anhela con todo su corazón pero tenerle cariño a la plata es un error. Nada es tan grave como parece, todo tiene solución. Te puede pasar lo que sea, el tiempo avanza y mejor mirarlo desde el lado más positivo posible y empezar a rescatar los aprendizajes de cada cosa que te pasa en la vida”, reflexiona.

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Confesiones finales

Al final del capítulo, Martín y Augusto juegan un juego de básquet para seguir preguntando y respondiendo inquietudes. Martín le pregunta por un viaje que el cantante hizo con Karol Dance y por su relación con la actriz Ingrid Cruz. La última pregunta la hace el invitado y dice, “¿cómo es tu relación con el alcohol actualmente?”.

Martín, alternando los roles, contesta: “tuve suerte de que no me pasara nada más allá de que me detuvieran, fue un proceso familiar bien fuerte. Tuve que hablar con mis hijos y, para ellos que eran chicos, no era tan fuerte como para mí, como papá, explicarle que había cometido un error. Creo que uno tiene que vivir esas cosas, que son fuertes, para también tomar conciencia. Me sirvió y me hice cargo. Nunca más manejé (bajo la influencia del alcohol) y siempre me preocupo de que si alguien está tomando y maneja, le digo que por favor no maneje y hago todo para que no maneje”.

Para finalizar, Martín le regala un bonsái a Schuster, quien le agradece el gesto: su difunto padre tenía un jardín de bonsáis y le traían mucha paz.

Este miércoles, Martín Cárcamo entrevistará a Marcelo Ríos, ex número uno del tenis mundial, quien abrirá las puertas de su casa.