¿Qué habría pasado si las primeras denuncias por abuso sexual que recayeron sobre el Papá de la televisión chilena (Mario Kreutzberger), en agosto de 1994, hubieran tenido lugar ahora, en julio de 2018?”.
La pregunta la formula la periodista Laura Landaeta, biógrafa no autorizada de Don Francisco, quien publicó hoy en el diario electrónico El Mostrador una columna donde recuerda las polémicas denuncias por acoso y abuso sexual que recopiló en su investigación.
“Escribo esta columna para refrescar la memoria, porque el abuso y el acoso, en el mundo de la entretención televisiva, no partió con Abreu ni con Nicolás López, partió con Don Francisco”, afirma Landaeta.
De acuerdo al relato de la periodista sobre el libro Don Francisco: Biografía de un Gigante, el animador ha mantenido reiteradas actitudes sexistas y abusivas en su carrera televisiva, y para argumentarlo trae a colación la demanda que en 1994 presentó la modelo Ana Isabel López, “con la cual llegó a un acuerdo de silencio a cambio de miles de billetes verdes”.
El trato, según Landaeta, sólo fue perjudicial para López, quien misteriosamente nunca más encontró trabajo como modelo en Estados Unidos.
Según la cita del texto, la modelo acusó a Kreutzberger de un intento de violación ocurrido en marzo de 1989, en uno de los hoteles Sheraton de Miami; un eventual delito que en 1994 ya había prescrito para efectos de la justicia norteamericana.
También reflota la denuncia de la cantante argentina Nanci Guerrero, quien lo acusó expresamente de “conductas indecorosas”, y la demanda de Rosa Mundaca, quien aseguró haber tenido un hijo del animador en un bullado caso mediático que puso su atención en los genes de Patricio Flores Mundaca. Finalmente, la familia no pudo probarlo en los exámenes de ADN.
Otra de las acusaciones que más ha llamado la atención, es la que se relaciona con los abusos que el conductor habría tenido con su propio público, durante las grabaciones de Sábados Gigantes, “para pedirles favores sexuales a cambio de regalos”.
Landaeta cita fuentes en off que describen escenas de la época ochentera del programa, de un Don Francisco que elegía mujeres entre el público para llevarlas al camarín, y que mantenía relaciones sexuales en su oficina sin mantener mayores resguardos.
En otro ítem, también señala que el animador mantuvo una relación por dos décadas con Gloria Benavides, emblemática actriz del espacio televisivo más longevo de la televisión, a quien responsabiliza de la “disminución” de los acosos a mujeres.
Con los antecedentes que recopiló, la periodista se pregunta por qué el conductor nunca ha sido interpelado por los actos y actitudes sexistas que habría mantenido durante tantos años. “Mario Kreutzberger sigue ahí, surfeando”, se responde Landaeta.
