El comediante falleció en 2020, en medio de la pandemia. "“Fue como una bomba atómica en la familia, explota, y esa bomba interviene en toda la familia", dijo sobre la enfermedad.

El año 2020 y en plena pandemia, falleció un humorista ícono de nuestro país: José “Pepe” Tapia, el intérprete del personaje del eterno novio que jamás podía casarse, falleció producto del Alzheimer que sufrió durante varios años.

En el capítulo de ayer de “Carmen Gloria a tu servicio”, su hija Clara recordó el rol de Tapia como comediante y jefe de familia.

A propósito de la enfermedad, la mujer habló por primera vez sobre las dificultades de su familia para afrontarla, problema que no solo afecta a quien lo padece, sino también a sus seres queridos.

“Nos enseñó mucho sobre el trabajo duro y el esfuerzo. Era bien exigente”, recordó, agregando que desde niña verlo en televisión y en escenarios tan importantes como el Festival de Viña le significaba gran orgullo a toda la familia. “Para mí es mi ídolo máximo en la vida”, afirma.

“Ocultamos todas las cosas cortopunzantes”

Frente a la enfermedad, contó que en 2006 comenzó el deterioro cognitivo, el que avanza rápidamente. “Fue como una bomba atómica en la familia, explota, y esa bomba interviene en toda la familia”, relata.

“Lamentablemente, es una enfermedad irreversible. Entonces el amor es el único sentimiento que tienes para llevarlo en el día a día”, cuenta. Aun así, presenta un desgaste para todos, por los constantes cuidados.

“Nos turnábamos con mis hermanas, luego una enfermera. Mi papá era alto y poderoso físicamente. A veces tenía actitudes violentas, otras veces no. Una vez golpeó un espejo, porque no se conoció al mirarse. Ocultamos todas las cosas cortopunzantes”, relata.

El momento más duro del Alzheimer de Pepe Tapia

Uno de los momentos más difíciles para Clara, fue cuando su papá dejó re reconocerla. “Esa persona que había sido mi papá durante 40 años, el que siempre te dijo que iba a estar para ti… un día me dice: ‘le puedes decir a mi hija que me venga a ver porque lleva harto tiempo sin venir a verme’”, relató.

“Le digo:´papá yo soy tu hija…’. Me desgarró el corazón… vas entendiendo que de este papá casi autoritario, tuvimos después una guagua”, admitió.

Finalmente, su familia decidió llevarlo a un hogar y aunque era una decisión dura, fue pensando en su madre, que como cuidadora estaba muy desgastada.

Clara armó álbumes de fotos, leían el diario juntos para activar su memoria, y tras varios años de cuidado, finalmente, José “Pepe” Tapia, falleció en pandemia.

“Fue doloroso, pero también reparador que él estuviera descansando. Es triste, pero nosotros siempre nos quedamos muy tranquilas porque las tres (ella, su hermana y su mamá) entregamos todo lo que podíamos entregar para que él estuviera bien” dijo.

“Lo que más pena me dio era no haberlo podido despedir como él hubiera querido”

Sin embargo, reconoció que como murió en pandemia, “lo que más pena me dio era no haberlo podido despedir como él hubiera querido, con los boleros que él hubiera querido, con el vino honor que hubiera querido”.

“Yo, que estoy más cerca de los medios, sé que a él lo querían mucho y lo respetaban mucho, y lamentablemente no pudimos por las restricciones de la pandemia”, afirmó.

Como consejo para las familias que pudieran estar viviendo una situación similar, Clara comentó que el amor, la unión familiar, la comunicación abierta y el cuidado emocional y preocupación también por la salud de los cuidadores son fundamentales para enfrentar el Alzheimer.