Un insólito caso fue dado a conocer esta semana por la comerciante viñamarina Mavelyn Amaya Allendes, quien denunció al comediante Lucky Buzzio, conocido popularmente como Pichulotote, de realizar un millonario e “injustificado” cobro por la utilización de su nombre artístico para bautizar una ramada en el Sporting Club de Viña del Mar.

La historia inicia en el año 2009, cuando Allendes y su familia comenzaron a instalar su ramada con el nombre “Pichulotote”, acción que se llevó a cabo en cinco ocasiones, según su versión.

“Lo encontraba chistoso (el nombre) por eso le puse así, no fue por el hombre en sí. Él me empezó a llamar hace seis años y me dijo que esperaba que nos fuera bien. Además hace tres me dijo ‘¿Tu sabes que ese nombre está registrado?’. Pero la verdad es que en todo ese tiempo ningún cliente preguntó por él, yo explicaba que el nombre se debía al tamaño grande del anticucho”, indicó la mujer a BioBioChile.

De acuerdo a Mavelyn, la aparente relación de cordialidad entre ambos cambió cuando, en 2016, Buzzio la contactó para intentar asociarse con ella y realizar un show dentro de esta ramada; que específicamente es conocida como “Chichería” por su tamaño más pequeño.

“Media hora después de felicitarme por el puesto me dice ‘sabes Mave yo te cobro 350 mil pesos por ir allá, me subo arriba de una tarima y armo algo’. Lo que hace él es mover el trasero. Luego me dijo que podía sacarse fotos con las personas, me cobraba mil pesos a mí y otros mil por cada persona que se sacaba con él”, explicó.

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La respuesta de Allendes fue negativa ante esta petición, indicando que el porte del local (3×6 metros) hacía imposible la realización de espectáculos. “Se lo tomó mal, de forma negativa”, precisó la comerciante.

“Lo único que yo pago acá es un derecho y el piso que es caro. Entonces si hacemos algo así nos pueden clausurar el contrato de inmediato”, indicó.

La mujer añadió que, luego de no tener un acuerdo con el humorista, este insistió nuevamente y exigió el pago de 120 millones de pesos por el uso de la marca; razón por la que presentó una demanda civil en Viña del Mar.

“Él me dijo que quería plata, le respondí que no tenía. Él mencionó que me podían embargar, yo le indiqué ‘entonces que me embarguen’. Ante eso recibí otra llamada amenazando que si yo no depositaba cinco millones en una cuenta yo iba como a desparecer. Después me dijo que me contactara con su abogada”, concluyó.

Según Mavelyn, el repentino cobro del humorista se debió a que él “podía estar pasando por problemas económicos”.

Cabe señalar que Buzzio publicó, el 12 de septiembre, un video en Facebook donde llamaba a las personas a “tener cuidado con los productos”.

La respuesta de Lucky Buzzio

BioBioChile se puso en contacto con Lucky Buzzio para tener su versión sobre este conflicto. El hombre no quiso referirse al tema, por lo que pidió que nos contactáramos con su abogada, Isabel Sánchez.

La jurista indicó que efectivamente fue ingresada una demanda por un mal uso de la marca “Pichulotote”, por lo que Mavelyn Allendes habría infringido en un delito civil.

“La marca está inscrita desde el 2014 en el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual por un giro amplio que incluye restaurantes y venta de carnes”, destacó.

Según la profesional, Buzzio le señaló en 2017 a la comerciante sobre el registro del nombre. “Es efectivo que él le pidió a ella un pago por ir, debido a que es una marca registrada, y ella se negó”, afirmó.

No obstante, la abogada negó que el comediante le haya pedido un monto de 120 millones de pesos a Allendes por el uso de este nombre. “Eso es totalmente falso. Esto es un tema de marca, no es algo personal. Está tipificado en la Ley de Propiedad Industrial, allí sale que es un delito civil y tiene sus sanciones”, expresó.

Por otra parte, la representante de Lucky Buzzio expresó que la mujer se ha dedicado a “desprestigiar a su cliente en redes sociales y eso no corresponde porque se trata de un ámbito privado”.

Respecto al video que publicó el exrostro de Morandé con Compañía, Sanchez expresó que el objetivo era desmarcarse de todas las actividades que se realizaron en la mencionada ramada.

“Como ella usó el nombre, muchos clientes que iban pensaban que él estaba detrás de la ramada. Entonces lo que hizo con el video fue aclarar que no tiene nada que ver con el negocio y que si pasa algo extraño no es responsabilidad de él”, concluyó.

Cabe señalar que aún no ha sido fijada la primera audiencia de este caso.