Ha sido descrita como tan aterradora que los espectadores se han desmayado de miedo, vomitado e incluso sufrido de insomnio tras verla. Estamos hablando de La maldición de Hill House, la nueva serie de Netflix que tiene a todo el mundo hablando.
Basada en el libro homónimo de Shirley Jackson, la producción cuenta la historia de los hermanos Crane, cuyos destinos tomaron diferentes rumbos tras crecer en una de las casas embrujadas más famosas de Estados Unidos.
Debido a una tragedia, los hermanos regresan al lugar que se transformó en una verdadera pesadilla para ellos y se ven enfrentados a varios fantasmas, incluida una joven muerta que se levanta de su ataúd, un hombre con un bastón que flota desde el suelo y una mujer poseída.
La serie ha recibido excelentes críticas en todo el mundo y ha sido llamada “una de las más escalofriantes de todos los tiempos”, pero lo que pocos saben es que está inspirada en varias historias que bordean la realidad y la ficción.
De acuerdo con Publishers Weekly, la escritora estaba realmente interesada en los fenómenos paranormales y la brujería, por lo que contaba con una extensa biblioteca de estos temas.
De hecho, aseguran que el libro lanzado en 1959, “se basó en relatos históricos de casas embrujadas e imágenes que coleccionó de propiedades espeluznantes, desde el Castillo Neuschwanstein en Alemania hasta la Casa Misteriosa de Winchester, cerca de su ciudad natal en California”.
Sin ir más lejos, Ruth Franklin, biógrafa de Jackson, señaló que la mansión de la que se habla en el libro y en la serie, está inspirada en la casa Winchester y su tenebrosa historia.
Localizada en San Jose, California, la mansión perteneció a Sarah Winchester, viuda del dueño de Winchester Repeating Arms Company, empresa creadora del rifle Henry, el que más se utilizó durante la Guerra Civil de Estados Unidos debido a su fácil forma de recargar.
Tras la muerte de su marido, Sarah se encontró con una medium quien le llevó un supuesto mensaje de su esposo. El hombre le habría dicho que estaba maldito y que la única forma de liberarse era si ella construía una enorme casa para los espíritus de los fallecidos por culpa de su escopeta. También la previno asegurando que una vez que la mansión estuviera lista, ella moriría y los espíritus serían liberados.
La mujer, que había heredado la fortuna de su esposo y que no se encontraba bien emocionalmente tras la muerte de su marido y de su hija (quien falleció siendo una bebé), aceptó el desafío creyendo que el dinero que poseía también estaba maldito.
Asustada, Sarah siguió las órdenes y compró una granja de ocho habitaciones en San José, la cual comenzó renovar de inmediato, añadiendo otros 152 cuartos a la casa. Además ordenó que se construyeran especies de laberintos, según cuenta la leyenda, para confundir a los espíritus.
Asimismo, la mujer tomó tan en serio la advertencia de su muerte, que durante los siguientes 38 años de su vida, no pasó un día sin que se produjera alguna transformación en la mansión y cada noche dormía en una habitación diferente para evitar que sus atormentadores espirituales la encontraran.
Hasta el día de hoy no está claro cuál era el estado mental de Sarah, pero su mansión terminó con 160 habitaciones, dos salones de baile, docenas de escaleras (algunas de las cuales llevan directamente al techo) e incluso dos sótanos, aunque también se rumorea que hay habitaciones ocultas.
Hoy el lugar es toda una atracción turística, pero también ha originado cientos de leyendas espeluznantes.
Las viajeras en el tiempo
A continuación se mencionan algunos spoilers de la trama.
Uno de los misterios que muestra la serie de Netflix es el de la “mujer colgada” que atormenta a Nell desde los seis años.
En uno de los capítulos se revela que la figura que ve la joven es nada menos que ella misma muriendo con el cuello quebrado y pasando por diferentes etapas de su vida como si estuviese viajando el tiempo.
Según la biógrafa de la autora, el trabajo de Jackson estuvo influenciado por el libro An Adventure, basado en la experiencia de dos académicas inglesas quienes supuestamente viajaron en el tiempo al siglo XVIII e incluso se encontraron con el fantasma de María Antonieta, así lo consignó el diario ingles The Sun.
El libro escrito por Charlotte Anne Moberly y Eleanor Jourdain en 1911, cuenta su viaje al palacio de Versalles, en Francia, una década antes.
Según dice el texto, allí quisieron visitar el Petit Trianon, un pequeño castillo cercano, pero al llegar al lugar se encontraron con personas con ropajes muy raros y con una mujer cubierta con una manta y con el rostro triste, quienes les indicaron el camino que debían seguir.
Así dieron con su destino, que no lucía nada como esperaban. 15 minutos después, decidieron volver por donde habían llegado. Al regresar a Inglaterra, investigaron el lugar y tras revisar libros, documentos históricos, mapas antiguos y hablar con historiadores, descubrieron que el puente que cruzaron para llegar al Trianon ya no existía y que los jardines por los que habían andado también eran diferentes Además, la ropa de aquellas personas con las que se habían cruzado, pertenecía al siglo XVIII.
Pero sin duda lo que más las impactó fue que la mujer que vieron se habría tratado nada menos que de María Antonieta, la reina asesinada durante la Revolución Francesa.
Las mujeres decidieron hablar con la Sociedad de Investigadores Psíquicos, pero su relato fue tomado con burla por todos aquellos que las escuchaban.
Fue así como decidieron escribir un libro bajo seudónimos, que por supuesto fue revelado, lo que causó aún más risas. Sin embargo, muchos siguen aún creyendo su verdad.
