VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

El actor estadounidense Skeet Ulrich, reconocido por sus papeles en Scream y Riverdale, reveló en una entrevista que fue secuestrado junto a su hermano por su padre biológico cuando tenían 6 y 4 años respectivamente. Ulrich contó que su padre los llevó en un camión de mudanzas desde la mitad de la noche hasta Miami, donde los dejó con su esposa, quien los maltrató. Tras vivir situaciones de abuso y abandono, finalmente fueron rescatados por su madre tras cuatro años, momento en el que Ulrich necesitó una cirugía de corazón abierto con escasas probabilidades de supervivencia.

Desarrollado por BioBioChile

El actor estadounidense Skeet Ulrich, conocido por sus papeles en Scream de Billy Loomis y como FP Jones en Riverdale reveló en una reciente entrevista que fue secuestrado junto a su hermano en su infancia.

El intérprete relató en una entrevista que no tenía más de 6 años cuando a mitad de la noche fue capturado por un sujeto desconocido, el cual más tarde resultó ser su padre biológico.

“Mi hermano y yo cuando teníamos 6 y 4 años fuimos secuestrados por nuestro padre biológico, al que no conocíamos, a la mitad de la noche”, dijo en conversación con el podcast Broad Ideas with Rachel Bilson & Olivia Allen.

“Fue una cosa muy rara (…) vino en la mitad de la noche y nos metió a mi hermano y a mí en un camión de mudanzas y nos llevó hasta Miami“, continuó contando.

Tras ello, su padre los dejó con su esposa, quien de acuerdo a palabras de Ulrich “los odiaba”. Sumado a ello, su padre los abandonó, pues nunca estaba con ellos.

“Así que vagábamos por las calles de Miami. Fuimos a la primaria por 6 meses y después nos llevó de Miami al norte de Nueva York y ocurrió lo mismo, vivimos con alguien más”, contó.

Fue recién después de cuatro años que él y su hermano menor volvieron a reencontrarse con su madre, no sin antes vivir varios maltratos de parte de los padres de la esposa de su padre, quienes los golpeaban si no utilizaban las cucharas o servicios de cocina, según una vieja regla de los Marines.

“Se masticaba 32 veces por bocado, te miraban y contaban, si lo hacíamos mal, nos pegaban con un cinturón. Era horrendo, horrendo”, dijo recordando el momento.

Por si fuera poco, cuando Skeet Ulrich fue encontrado por su madre, este tuvo que ser sometido a una operación de urgencia: “Durante todo ese tiempo estaba muriendo. Cuando mi mamá me encontró tuve una cirugía de corazón abierto. Tenía solo 25% de probabilidad de sobrevivir”.

“Tosía sangre, pero no me dejaban ver a un doctor, fue muy duro”, finalizó en referencia a la familia de su padre.