Este miércoles Britney Spears compareció ante un tribunal de Los Ángeles, California, en medio de la batalla que lleva adelante por el control de sus asuntos por parte de su padre.

En la ocasión, la conocida artista explicó por qué su progenitor, Jamie Spears, no debería ser el tutor que esté a cargo de su patrimonio.

“He mentido y le he dicho al mundo entero que estoy bien y que estoy feliz. Es una mentira”, señaló la cantante en una sesión virtual, según recoge el sitio People.

“He estado en estado de shock. Estoy traumatizada”, añadió, aseverando a su vez que no es una persona feliz. “No puedo dormir. Estoy deprimida. Lloro todos los días”, sostuvo.

Posteriormente, Spears señaló que todos los involucrados en esta custodia, incluyendo su padre y su manager, deberían estar en la cárcel. “Antes creía que nadie me iba a creer. Creía que la gente se burlaría de mí. Pero ahora quiero mi vida de vuelta. Ha sido suficiente”, enfatizó.

“La custodia no tuvo ningún sentido desde su inicio. Le pago a gente para que me controle. He trabajado desde los 17 años y esta custodia es un abuso”, remarcó.

Por su parte, la intérprete de temas como Baby One more Time y Crazy admitió que sueña con casarse y tener un bebé. “Pero tengo un DIU para que no me embarace”, reveló.

Cabe señalar que durante esta jornada, la pareja de Spears, el actor Sam Asghari, subió una imagen en sus redes sociales en la que aparece con una polera que dice “Free Britney”.

Sam Asghari | Instagram

Recordemos que las finanzas y los asuntos personales de la estrella de 39 años han sido administrados en gran medida por Jamie Spears desde su colapso nervioso público hace más de una década.

Spears presentó una solicitud el año pasado para excluirlo de la tutela y dar el poder exclusivo sobre su patrimonio a una institución financiera.

Documentos judiciales confidenciales publicados el martes por el New York Times afirman que Spears le dijo a un investigador de la corte que la tutela se había “convertido en una herramienta opresiva y controladora contra ella” desde 2016.

Spears afirmó que el sistema de tutela tenía “demasiado control (…) ¡Demasiado, demasiado!” y que le impedía tomar sus propias decisiones sobre amistades, citas, gastos e incluso cosas tan banales como el color del mobiliario de su cocina.

Según el informe citado por el diario, la artista le dijo al investigador que quería que la tutela terminara lo antes posible y que estaba “harta de que se aprovechen de ella”.