El Banco de Inglaterra recortó este jueves un cuarto de punto, hasta el 3,75%, los tipos de interés en el Reino Unido, con el objetivo de impulsar la economía ante la caída de la inflación y un crecimiento débil.
El Comité de Política Monetaria de la entidad votó por 5 frente a 4 votos a favor del recorte, lo que refleja que persiste la división interna sobre el ritmo de la flexibilización monetaria.
Se trata del sexto descenso desde agosto de 2024, cuando comenzó el actual ciclo de rebajas tras años de subidas iniciadas en diciembre de 2021 desde niveles históricamente bajos, impulsadas por la elevada inflación durante la covid y que llevaron a un pico del tipo base del 5,25% en julio de 2024.
Banco de Inglaterra recorta la tasa de interés
“Dejamos atrás el máximo de inflación y (esta) ha seguido cayendo, por lo que hoy hemos recortado los tipos de interés por sexta vez, hasta el 3,75%”, dijo el gobernador del banco central, Andrew Bailey, al anunciar la decisión.
“Seguimos considerando que los tipos se encuentran en una trayectoria gradual a la baja, pero con cada recorte que realizamos, decidir hasta dónde seguir bajando se vuelve una decisión más complicada”, agregó.
El Banco de Inglaterra valoró e en esta ocasión la evolución del índice de precios al consumo (IPC), que en noviembre cayó al 3,2% desde su punto álgido este año del 3,8%, acercándose al objetivo oficial del 2%, que espera alcanzarse en 2026.
Por otro lado, la economía británica sigue ralentizada: el producto interior bruto (PIB) creció solo 0,1% en el tercer trimestre de 2025 frente al trimestre anterior, y en octubre se contrajo un 0,1%, según los últimos datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONS).
A su vez, el desempleo subió al 5,1% entre agosto y octubre, frente al 5% registrado en los tres meses anteriores, confirmando los temores de un enfriamiento de la economía.
En sus últimas previsiones publicadas en noviembre, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, en inglés), que supervisa las finanzas públicas, elevó su estimación de crecimiento del PIB británico a 1,5% para 2025, frente a una previsión anterior del 1%.