A pesar que apenas fueron dos años, la entrañable relación entre el difunto John Cazale y Meryl Streep es recordada hasta el día de hoy como una de las historias de amor más tristes de Hollywood.
Comenzó en 1976, cuando él tenía 41 y ella 27 y ambos coincidieron en los ensayos de la obra de teatro Medida por medida. Allí, el flechazo fue instantáneo: rápidamente se volvieron inseparables y se fueron a vivir juntos, en la cúspide de la carrera del actor.
“¿Sabes? He conocido a la mejor actriz de la historia. Trabajo con ella”, le dijo Cazale a uno de sus mejores amigos de la época, Al Pacino, su hermano ficticio en la familia Corleone de El Padrino, donde John interpretó al débil e introvertido Fredo Corleone.
En esa época, la carrera de Cazale iba en franco ascenso. Luego de El Padrino fue parte de elencos que pasaron a la historia del cine, ya sea en “La Conversación” (Francis Ford Coppola, 1974), “El Padrino II” (Francis Ford Coppola, 1974), “Tarde de Perros” (Sidney Lumet, 1975) o “El Cazador” (Michael Cimino, 1978), su último filme.
Gracias a esa prolífica selección de películas, el estadounidense marcó un récord en los premios Óscar que hasta la fecha no ha sido superado: en vida, sólo participó de filmes nominados a Mejor Película. A pesar del hito, nunca fue reconocido por la Academia (y apenas recibió una nominación al Globo de Oro por su rol en Tarde de perros).
El intérprete provenía de una madre de ascendencia irlandesa y un vendedor de carbón italiano que se dedicó al teatro. Se formó como actor en el Oberlin College y en obras del off Broadway. En el cine, sin embargo, lo suyo fueron los roles secundarios.
“Ibas a cenar con él y tú terminabas, te lavabas los dientes y te ibas a la cama antes de que él acabara el primer plato. Luego sacaba el puro. Lo encendía, lo miraba, lo probaba y por fin se lo fumaba”, contó Pacino al documental Descubriendo a John Cazale (2009), que repasa parte de su vida.
Para él y Meryl, sin embargo, los problemas vinieron en el rodaje de El Cazador, cuando le diagnosticaron cáncer de pulmón y una expectativa de vida de tres meses.
Los productores del filme no querían pagarle al actor, por miedo a que no alcanzara a terminar con vida el rodaje. Contrariada por la situación, Streep le pidió a su amigo, Robert de Niro, que interfiriera ante el estudio cinematográfico. Su idea era que se rodacen primero las escenas de su pareja antes que las de cualquier otro actor.
A su vez, la actriz se ofreció a trabajar para la serie de televisión Holocausto con el fin de correr con los gastos médicos del tratamiento. De Niro, por su parte, negoció con las aseguradoras del filme para tranquilizarlos y se comprometió a pagar lo que fuese necesario.
En el mismo Descubriendo a John Cazale (2009), Pacino recordó la forma en que la actriz se hizo cargo de Cazale en los peores días del cáncer, asistiéndolo en todo momento a pesar del avance fatal de la enfermedad.
“Verla en ese acto de amor por ese hombre fue inconsolable. Lo más sorprendente era ver que Meryl estuvo con él, a su lado, toda la enfermedad. Cuando vi a esa chica allí con él pensé que eso es lo importante para mí. Por muy buena actriz que sea, es lo que veo cuando pienso en ella. Ese momento es lo que recuerdo”, dijo.
El 13 de marzo de 1978, en Nueva York, Cazale moría a los 42 años en medio de la consternación del circuito hollywoodense. La leyenda cuenta que Streep estaba con él al momento exacto de su muerte. El impacto, como era de esperar, la derrumbó.
Otro aspecto desconocido de esa historia narra que, por recomendación de su hermano, Streep se mudó al departamento de un famoso amigo suyo: el escultor estadounidense Don Gummer, el mismo con el que se casó en septiembre de ese año y con el que mantiene, hasta el día de hoy, una relación amorosa. Ya llevan más de 40 años juntos.
A pesar de lo anterior, y de lo fugaz de la relación entre ambos, en Descubriendo a John Cazale Meryl Streep recordó de esta forma a su difunta pareja: “John era distinto. No he conocido a nadie como él. Destacaba en él su singularidad, su humanidad, y la curiosidad que le despertaba la gente”.
