La tarde del lunes los medios de comunicación y las redes sociales quedaron impactados al ver la nueva imagen de Amanda Bynes, la estrella infantil que durante los últimos años ha estado batallando con las drogas y los problemas psiquiátricos.

La artista engalanó la portada de la revista Paper, luciendo saludable, contenta y muy parecida a cómo se veía en su época de mayor gloria.

En la portada se le ve mucho más delgada que las últimas veces que apareció en público, llevando jeans, una blusa blanca y una sencilla chaqueta gris.

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En la misma entrevista, la actriz de 32 años habló sobre su difícil lucha contra las drogas y cómo inició su adicción. “Comencé fumando marihuana cuando tenía 16 años. Aún cuando todos pensaban que era una ‘buena chica’, fumé marihuana desde ese momento… Más tarde comencé a tomar éxtasis. Traté con la cocaína tres veces pero nunca me pude drogar con cocaína. Nunca me gustó. Nunca fue la droga de mi elección… Definitivamente abusé del Adderall“, reconoció.

Su adicción al Adderall (una anfetamina utilizada en el tratamiento del trastorno de déficit de atención) fue la más compleja a la que se enfrentó. “Cuando estaba rodando Hall Pass, recuerdo que estaba en la casa rodante y masticaba las tabletas de Adderall porque pensaba que me drogaban más de esa forma. Recuerdo ver mi imagen en la pantalla y literalmente salir disparada y pensar que mi brazo se veía tan gordo porque estaba en primer plano, y recuerdo que me apresuré y pensé: ‘Oh, Dios mío, me veo tan mal"”, añadió.

Luego de esa película, decidió retirarse de la actuación. “Cuando la vi me convencí de que no debía volver a estar frente a las cámaras de nuevo y oficialmente me retiré de Twitter, lo que también fue estúpido”, dijo.

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Esto también luego de haber enviado varios mensajes agresivos en Twitter y responder violentamente a sus seguidores. “Estoy realmente avergonzada con las cosas que dije. No puedo cambiarlo, pero si pudiera lo haría. Realmente le pido disculpas a quienes haya herido y a quienes le haya mentido (…) Me hace sentir horrible, me hace sentir mal del estómago y triste. Todo por lo que trabajé en mi vida para lograrlo, lo arruiné todo a través de Twitter … definitivamente no es culpa de Twitter, es culpa mía”, finalizó.

Pero tras años de tratamiento y lucha, logró mantener en control sus adicciones y hoy puede hablar desde otra vitrina. “Mi consejo para todos los que batallan con el abuso de sustancias es que deben ser muy cuidadosos porque las drogas realmente pueden tomarse tu vida”, reconoció.

“Todo el mundo es diferente, obviamente, pero para mi, la mezcla de marihuana y cualquier otra droga y a veces el alcohol, realmente estropeaban mi cerebro. Realmente me hicieron una persona diferente. En realidad soy una buena persona que nunca diría o haría las cosas que hice o dije”, señaló.

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