En una actividad sobre la implementación de las 40 horas laborales, la presidenta del gremio advirtió sobre parte de los desafíos que enfrentan las empresas, además de comentar ciertos aspectos que, consideran, elevarían los gastos para las empresas e impulsarían la informalidad laboral.

“Consideramos crucial que esta legislación (las 40 horas laborales) vaya de la mano con acciones concretas para aumentar la productividad y reducir la informalidad laboral”.

Estas fueron algunas de las palabras de la presidenta de la Sofofa, Rosario Navarro, en medio del seminario “Implementando las 40 horas: desafíos y oportunidades para la productividad y la adaptabilidad”, donde también participó la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara.

La actividad, que fue transmitida online, partió con unas palabras de bienvenida de la presidenta de la entidad, quien expuso que “la situación económica compleja que estamos viviendo tiene efectos visibles en la vida de la familia chilena, y en los obstáculos que enfrentan las empresas de todos los tamaños”.

Posterior a la mención de las expectativas del FMI sobre el crecimiento nacional, cifras de inversión, entre otros aspectos, la dirigenta destacó la aprobación del proyecto de 40 horas laborales.

Sin embargo, desde el organismo consideran “crucial que esta legislación vaya de la mano con acciones concretas para aumentar la productividad y reducir la informalidad laboral”.

Algunas de estas acciones serían la gradualidad y flexibilidad para las adaptaciones a la nueva normativa, junto con una inversión en capacitación, eficiencia y productividad.

Informalidad laboral y aumento de costos laborales

Pasando a otro aspecto, la presidenta del gremio comentó que “hay un riesgo de que se genere un impacto en el salario de las personas que ingresen a la vía laboral por el nuevo régimen, pues existen estudios que afirman que la reducción de la jornada a 40 horas se traducirá en un alza de hasta 11% en el costo del personal“.

“Sin ajustes que lleven a mejorar la productividad y empleabilidad, lo anterior implicaría un gasto adicional del sector privado en torno a un 2% del PIB, lo que se suma a otros aportes directos como los que se están evaluando por la reforma al sistema de pensiones”, detalló Rosario.

Desde el organismo temen que estos factores, junto con proyectos en discusión como la negociación ramal o del sistema de gratificaciones, pueden aumentar los números de la informalidad laboral.

Para su solución, la presidenta del gremio sostuvo que se deben implementar “incentivos adecuados” como la sala cuna universal o la flexibilización laboral, en pos de permitir el trabajo híbrido.