En el mundo entre un 70 y 90 por ciento de las construcciones de caminos se hace con sistemas de pavimentación normal como son el asfalto, el hormigón e incluso las baldosas, evitando con ello los procesos de permeabilidad del suelo natural y en consecuencia la pérdida de agua acumulable en napas subterráneas.

En paralelo, la reforestación de la zona centro sur de nuestro país con árboles nativos consume el agua de cuencas subterráneas y evita, además, el proceso de permeabilidad natural, por lo que ya existen formas de recuperar y manejar el inconveniente.

Para trabajar el problema generado por la industria de la madera, sin afectar la producción de la misma, las municipalidades pueden trabajar con la reforestación de plantas nativas, mejorar las riveras de los ríos y la limpieza de éstos.

Respecto de los avances logrados en la creación de materiales que protejan el tema de la hidrología, el profesor del Departamento de Ingeniería Hidráulica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Bonifacio Fernández, publicó en el sitio urbanarbolismo.es un documento que refleja la preocupación de la academia sobre la problemática de la permeabilidad.

El académico agrega en su “paper” que “el desarrollo urbano de bajo impacto nace como solución a la alteración que la urbanización tradicional produce sobre la hidrología y el medio ambiente, debido fundamentalmente a la imper-meabilización del terreno. La solución basada en colectores de aguas lluvias no toma en consideración este hecho. Los pavimentos permeables, muy usados en otras partes del mundo, son una alternativa que está tomando forma en Chile debido al desarrollo de nuevos productos disponibles para la industria de la construcción”.

En este sentido el Constructor Civil y Gerente General de la Constructora Celtic, Adolfo Rojas, reconoce que el sistema de la pavimentación permeable tiene poco uso en nuestro país, resaltando sus propiedades para lugares donde existen problemas con los recolectores de aguas. El experto también sabe que el sistema “es amigable con el medio ambiente y permite recuperar los procesos de permeabilidad que han sido interrumpidos con las construcciones por lo que se convierten en una buena alternativa para desarrollar proyectos amigables con el planeta”.

Rojas, evita la polémica de los costos, pero asume que “una política estatal podría incentivar el uso de la pavimentación permeable”.

Por ahora y mientras la pavimentación permeable toma fuerza en las construcciones a nivel mundial, cabe esperar su masificación en Chile, como una forma de recuperar el agua en zonas afectadas por sequías y donde el crecimiento urbano sigue en alza.