Una publicación de la Agencia Reuters culpó a la administración de Michelle Bachelet de “desperdiciar” la industria del litio, elemento químico fundamental para la fabricación de baterías cuyas mayores reservas mundiales se encuentran en Chile.

La nota de prensa subrayó acuerdos y anuncios que se realizaron durante el gobierno de la expresidenta: inversionistas extranjeros, entre ellos Samsung y Posco, estaban a pasos de instalar fábricas en nuestro país destinadas a la fabricación de piezas de baterías para vehículos eléctricos.

Sin embargo, lo anterior nunca se concretó. Posco, por ejemplo, declinó instalarse en Chile y una nacional, Molymet, también desertó sus planes ligados al elemento químico en cuestión.

Según Reuters, lo anterior habría sucedido por los acuerdos suscritos entre el gobierno de Bachelet y Albemarle Corporation en 2016, empresa química cuya sede central está en Carolina del Norte, Estados Unidos.

Dicho acuerdo estipuló que la norteamericana podría obtener un alza de su cuota de producción, a cambio de vender el litio a precio preferencial a firmas ligadas a la producción de baterías y componentes, como Samsung y Posco, considerando que se “instalarían” en Chile.

Agencia UNO
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Lo anterior, no obstante, se vio entrampado: la minera y el gobierno de turno nunca sellaron un acuerdo sobre el cálculo de ese precio preferencial, indicó Reuters.

La Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) y Albemarle son las principales firmas que explotan, procesan y venden litio. Ambas son privadas y funcionan de manera asociada con el Estado, con regulaciones que están en permanente análisis y que han generado fricciones entre el mundo público y privado.

En esa línea, añadió que Albemarle y la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) -ya en la administración de Sebastián Piñera- sí llegaron a un acuerdo, pero se desconoce qué dirimieron en torno al precio preferencial.

Es más: según una fuente de Albemarle, Corfo en su momento tergiversó la fórmula para calcular los precios.

La nota reveló que a Albemarle -también mediante acuerdos- se le impuso una alta cuota de producción y proyecciones ambiciosas a 2020: 64 mil toneladas de litio, de las cuales al menos 16 mil debían ser destinadas a los centros de producción que se instalarían en el territorio.

Pero documentos a los que tuvo acceso la agencia de noticias revelaron que tres proyectos licitados iban a requerir el doble del litio de lo que era capaz de producir Albemarle.

“Sólo sería posible satisfacer los requerimientos de Fulin y Molymet, por una parte, o de Posco-Samsung SDI, por otra”, dijo Reuters que indicó Corfo en marzo de 2018.

MaxPixel
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Si bien la firma norteamericana comprometió hacer lo posible por cumplir las metas, diversos reguladores estimaron que su tecnología no se lo permitiría. Además, aquello tendría impactos hídricos.

Jaime Alee, un consultor de litio, concluyó a Reuters que todo lo anterior radicó en que se confundieron “los deseos con la realidad”.

La publicación infirió que las gestiones realizadas durante la gestión de Bachelet derivaron en el desmoronamiento de tratos fundamentales para posicionar a Chile en negocios relevantes ligados al litio; algo que tampoco ha sido revertido por el actual Gobierno. Por consiguiente, el país -que es potencia en la producción de químicos para baterías- no ha logrado un cetro a la altura.

Más críticas

En mayo, Euronews detalló que la demanda global por este metal liviano podría triplicarse de aquí a 2025.

A juicio de la publicación, el Gobierno del presidente Sebastián Piñera ha actuado “lento” y con hermetismo, mientras Argentina y Australia avanzan para posicionarse como proveedores fundamentales de litio. A ello, se sumarían aspectos medioambientales que la sociedad civil exige paliar.

Por lo anterior, inversionistas estarían dispuestos a jugar sus fichas en otras latitudes.

Joe Lowry, consultor del área, sostuvo que Chile “decepciona” actualmente a la industria: proyectos entrampados estarían generando incertidumbre y poniendo en jaque proyectos e inversiones.

“Tienen lo mejor, pero la producción es plana cuando debería estar creciendo”, sentenció Howard Klein, analista y socio de la firma RK Equity, con sede en Nueva York.