El negocio de la crianza y venta de gatos de raza se encuentra en pleno apogeo en Chile. Cada año crece el número de interesados en tener un felino exclusivo, también lo hace el número de aquellos que ven en este nicho una oportunidad de negocio y buscan formar un criadero propio.

Cada camada deja una millonaria suma a sus criadores, por ejemplo, un gato de la raza sphynx se vende en Santiago desde los $750 mil y un exótico de pelo corto, también conocido como “Garfield”, se encuentra por $950 mil; ambos castrados y con sus debidas inscripciones.

Otros valor, entregado por el criadero Viestmaden Cattery a El Mercurio, son los 650 mil que se cobran por adquirir un gato persa.

Debe tenerse presente además, que todos los valores pueden aumentar en consideración al linaje o pedigrí del animal.

Sin embargo, por lejos, el más caro en Chile es el ahora famoso savannah, popularizado esta semana luego de que uno de sus ejemplares causara susto en lo vecinos de Las Condes. Este felino, mezcla genética de un gato doméstico y un serval africano, se vende por 10 mil dólares fuera del país y por 4 millones de pesos en el mercado local.

El más costoso del mundo

Se trata del Ashera un gato creado por la compañía Lifestyle Pets en Estados Unidos. Un ejemplar de esta especie cuesta desde los 10 millones a los 70 millones de pesos, ya que se trata de una cruza que requiere manipulación biotecnológica, entre un gato doméstico, un leopardo asiático y un serval africano.

Su valor es determinado por las características que pida el dueño, pudiendo ordenarlo con pelo blanco, si se requiere que sea hipoalergénico o se pida resaltar algunos de sus atributos físicos, tal como destacó el medio mexicano Economía Hoy.

Otro aspecto que fundamenta el elevado precio, es el número limitado al año de ejemplares que crea la compañía, quien además sólo vende criaturas estériles para impedir su reproducción fuera de sus laboratorios.