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La astrónoma Mónica Rubio, ha expresado su preocupación por el megaproyecto energético INNA, de AES Andes, que pretende ubicarse cerca de los observatorios en el desierto de Atacama. La contaminación lumínica generada por este proyecto podría perjudicar gravemente las observaciones de importantes telescopios ubicados en Chile.

La astrónoma Mónica Rubio, Premio Nacional de Ciencias Exactas 2021 y vicepresidenta de la Unión Astronómica Internacional (IAU), se refirió al megaproyecto energético INNA, de la compañía AES Andes, que planea instalarse cerca de los observatorios que se encuentran en el desierto de Atacama, Chile.

Si el proyecto continúa, la contaminación lumínica que producirá, podría dañar gravemente las observaciones del Very Large Telescope (VLT) y el Extremely Large Telescope (ELT), dos de los telescopios más importantes del mundo.

Esto además pondría en riesgo la relevancia de Chile en el escenario astronómico mundial, ya que el país es considerado “capital de la astronomía” por la calidad de sus cielos.

“Lamentablemente, está tan cerca de los observatorios que va a perjudicar la calidad del cielo de forma importante y eso es de gran preocupación para la astronomía chilena y también mundial, porque este lugar del norte de Chile es único en el mundo, no hay otro lugar como este”, señala Rubio en conversación con BiobioChile.

Piden reubicar el megaproyecto INNA

La comunidad astronómica ha sido enfática al señalar que lo que buscan no es detener el proyecto, que sería una planta de energía limpia, sino trasladarlo más lejos de los observatorios.

Esto incluso fue respaldado por un informe de la Seremi en la Región de Antofagasta la semana pasada, donde la autoridad ambiental recomendó reubicar el proyecto.

Además, evidenció que la ubicación propuesta no se encuentra dentro de los Polos de Desarrollo de Generación Eléctrica (PDGE), áreas definidas por el Estado para fomentar la energía renovable, cuando AES Andes había declarado que sí.

“Lugares para poner plantas de generaciones de energía o de hidrógeno verde, hay muchos otros, y tenemos un desierto enorme así que no sé las razones por las cuales la planta o la empresa decidió instalarse fuera de la zona que la región de Atacama ha definido como la zona para este tipo de industria”, apunta la astrónoma.

No estamos en contra, por supuesto que es muy bienvenido, estas plantas de energía tienen muchos beneficios para el país, lo que quisiéramos solamente que se instalen un poco más lejos“, añade.

Rubio también fue crítica con las normativas. “Chile es pionero en decretar normas de contaminación lumínica y de declarar zonas protegidas para la observación astronómica, pero quizás la enseñanza que tenemos que tomar es que hay que lograr una legislación o una normativa más estricta para que realmente podamos proteger estas zonas únicas en el planeta”, señala.

Los astrónomos esperaban que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) se pronunciara sobre el rechazo anticipado del proyecto INNA a fines de febrero, pero la autoridad no dio término y continuará su tramitación ambiental.

“Esto puede significar que vamos a deteriorar un lugar único que existe en el planeta, y los próximos proyectos astronómicos que vienen, como el ELT que se está construyendo ahora o el Telescopio Gigante de Magallanes (GMT). Van a ser tan sensibles y realmente van a ser muy afectados“, concluye Mónica Rubio.