Después de la sorprendente alineación planetaria que se apreció en junio, el mes de julio también trae algunos importantes fenómenos astronómicos que podrán verse en el cielo nocturno.

Después de un junio cargado de fases lunares alucinantes y una prolongada alineación de planetas los aficionados a la astronomía esperan la próxima Luna de Ciervo y una lluvia de meteoros que iluminarán el cielo.

En primer lugar, la Luna de Ciervo será visible durante la próxima Luna Llena del actual Ciclo Lunar, el 13 de julio. Su origen viene de distintos pueblos nativos de América del Norte y calzará justo con el segundo ‘perigeo lunar’ del 2022.

Específicamente, la Luna de Ciervo tiene que ver con el calendario de varios pueblos nativos del hemisferio norte del planeta. Este fenómeno está vinculado a la observación y práctica de las actividades cotidianas de estas comunidades, informa National Geographic.

El evento es parte de una seguidilla de Superlunas que se apreciarán este año y que reciben ese nombre cuando una Luna LLena calza con un ‘perigeo lunar’. Este último corresponde al punto de la órbita alrededor de la Tierra en el que la Luna estará más cerca.

La Superluna de Ciervo, está también vinculada a este animal porque se produce en una época en que a los ciervos macho les crecen nuevas astas. Anterior a este evento lunar fue la Superluna de Sangre y le sigue la Superluna de Esturión en agosto.

Después de la Luna de Ciervo viene una lluvia de meteoros

Adicionalmente, en julio también tendrá lugar la lluvia de meteoros Delta Acuáridas, proveniente del cometa 96P Machholz. Esta será visible los días 28 y 29, pero solo podrá apreciarse en algunas zonas clave donde los obstáculos por contaminación lumínica sean mínimos.

El 96P Machholz fue descubierto en 1986 por el astrónomo aficionado Donald Machholz. Este cuerpo celeste es el más visto por el observatorio de la Agencia Espacial Europea (ESA), la NASA y el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO), informa NatGeo.

La lluvia de meteoros, surge porque el cometa, en su viaje por el espacio, trae consigo restos y fragmentos cósmicos. Estos, al acercarse a la atmósfera de la Tierra se calientan y vaporizan dejando destellos luminosos en el cielo.

El fenómeno se conoce como lluvia Delta Acuáridas porque este cometa, en particular, proviene de una zona del Cosmos donde se encuentra la estrella Delta, en la Constelación de Acuario.